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«El mar no llena de basura las playas. El mar nos devuelve lo que le echamos nosotros». La afirmación la hacía este viernes por la mañana María Uyarra, técnica de AZTI, mientras inspeccionaba los desechos que el Cantábrico habían dejado en la playa de ... Ereaga. La borrasca del fin de semana pasado hizo crecer los ríos que han bajado bravos y caudalosos desde entonces. En su ruta arrastran maleza, árboles y todo tipo de basura humana que se ha ido depositando en los arenales vizcaínos.
«Desde el lunes no hemos parado de retirar material. Dejas la playa limpia un día y a la mañana siguiente está todo igual», contaba uno de los operarios que, contratados por la Diputación de Bizkaia, trabajaban en la playa de Arrietara, en Sopela. Eran poco más de las nueve de la mañana y los dos tractores disponibles para adecentar ese punto estaban parados. «Los contenedores grandes a los que llevamos el material están llenos así que tenemos que esperar a que traigan otros. Ahora recogemos a mano».
Sobre la arena, un reguero de troncos y mucho plástico. Tapones, botellas grandes y pequeñas, garrafones, una jeringuilla, mecheros... y poliespan. Bien en planchas grandes o en minúsculas bolitas este material, usado por ejemplo para hacer las cajas de pescado, es uno de los que más se veía en los arenales. «Los pedazos grandes se cogen bien pero luego se va rompiendo en bolitas y es imposible retirarlo. Es un tipo de microplástico de los muchos que contaminan el Cantábrico», reconoce Ohiane Cabezas, experta en basuras marinas de AZTI. La científica admite sin rodeos que el problema de la basura en el mar que baña las costas vascas es muy importante. «La gente no lo ve porque lo normal es que nuestras playas estén limpias pero cuando hay temporal nos vuelve lo que hemos tirado».
Ereaga es uno de los puntos en los que las olas han depositado más desechos estos días. Dos grandes montones de más de 1,50 metros de altura se alzaban en cada extremo de la playa y la línea de marea quedaba claramente señalada por una gran cantidad de porquería. «Las dos pilas son de lo que retiramos ayer (por el jueves). Aquí llega de todo. Es una pasada la cantidad que plásticos que hay. Los separamos y luego lo llevaremos a los contenedores y de ahí lo recogen para su tratamiento», relata uno de los operarios que el Ayuntamiento de Getxo contrata para estas labores.
¿Y a dónde va lo que se recoge? «Son residuos que están sucios y húmedos, lo que complica su reciclaje, de manera que son trasladados a un gestor autorizado por Gobierno vasco para su eliminación definitiva», desvelan desde el área de Medio Ambiente de a Diputación de Bizkaia.
Toneladas de madera se acumulaban también en la playa de La Arena, en Zierbena. Allí, los trabajos del equipo de conservación foral había despejado medio arenal para las once de la mañana. «Queda la zona más cercana a Pobeña, donde desemboca el Barbadún. Ahí hay muchos troncos y ramas», detallan mientras recogen desechos. Como el equipo que trabajaba en Sopela, forman parte de los efectivos que la Diputación de Bizkaia destina a la conservación de arenales. «Nuestro territorio es de los pocos de España que limpia los arenales de lunes a sábado (de 08:00 a 14:00 horas), durante el período invernal y en la fase preestival», detallan desde el área de Medio Ambiente foral.
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