El equipo del departamento de Ciencias Forestales de Neiker posa en la plantación de 'superpinos' de Llodio. neiker

'Superpinos' contra el calentamiento global

Neiker instala en Llodio la primera plantación de Europa de pino radiata procedente de técnicas in vitro

Martes, 31 de mayo 2022, 01:12

Crecen más rápido y se adaptan mejor al cambio climático. Son dos de las características principales de los 800 'superpinos' radiata plantados en Llodio como parte de un proyecto pionero en Europa desarrollado por el centro tecnológico Neiker «mediante la propagación vegetativa in vitro, conocida ... como embriogénesis somática». Es decir, una técnica que permite obtener una gran cantidad de copias a partir de un árbol de alto rendimiento.

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«Es un hito revolucionario», ensalzó Paloma Moncalean, investigadora del departamento de Ciencias Forestales de Neiker y líder del proyecto. Este novedoso método «ha permitido obtener una gran cantidad de árboles a partir de un individuo elite», lo que supone una mejora respecto a las técnicas tradicionales que obtienen un ejemplar de una semilla. El resultado es una plantación de pinos que poseen «características sobresalientes» como la tolerancia a altas temperaturas, a la escasez de agua, a suelos empobrecidos, a enfermedades asociadas al cambio climático y que crecen más rápido. «Mientras que mediante un programa convencional de mejora genética los árboles pueden lanzar al mercado en 18-20 años, en estos se consigue acortar el plazo a 7-8 años», aseguró Moncalean.

Neiker, miembro de Basque Research and Technology Alliance, lleva más de diez años investigando la embriogénesis somática de especies forestales, fundamentalmente, en pinus radiata, la variedad de pino más extendida en Euskadi. La experiencia se enmarca dentro del proyecto Multiforever, financiado por la UE. La salud de los bosques, además de ser importante en la gestión económica, es primordial para equilibrar los niveles del CO2 del planeta ya que son sumideros naturales del gas. La superficie arbolada española secuestra cerca de 800 toneladas de carbono al año por lo que «es necesario plantar árboles con las características más tolerantes a los efectos derivados del cambio climático» y que sigan absorbiendo dióxido de carbono hasta en las peores circunstancias.

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