![El balance de la cumbre de Glasgow](https://s3.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/202111/08/media/cortadas/balance8-k4nH-U1501075912804PoB-1248x770@El%20Correo.jpg)
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H. R.
Lunes, 8 de noviembre 2021, 02:22
Financiación
Es complicado cuantificar la cantidad de millones que países y entidades privadas han prometido destinar a acciones para frenar el cambio climático. Entre los anuncios el del presidente de EE UU, Joe Biden, que ha invertir 3.600 millones para luchar contra los efectos de ... la sequía; o el de Pedro Sánchez, por poner un ejemplo cercano, que ha reservado 1.350 millones para poner en marcha políticas de acción climática en países en desarrollo. En la cumbre de Copenhague de 2009 se llegó al compromiso de aportar 86.000 millones de euros anuales a partir de 2020 para frenar el cambio climático. La fecha ya ha pasado y se llega por los pelos a 76.500 millones.
Países en desarrollo
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, hablaba el martes sobre la necesidad de «canjear deuda por acción climática», «instalar el concepto de deuda ambiental» y crear «un comité político y técnico sobre financiamiento climático». No ha sido el único líder político que ha apuntado la necesidad de condonar sus obligaciones a los países con mayores problemas económicos para que estos puedan destinar más recursos al medio ambiente. El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, que anunció la ampliación de la reserva de las Galápagos en 60.000 kilómetros cuadrados, aprovechó su intervención para pedir ese perdón. Hasta el Papa Francisco ha instado a los países más ricos en actuar ese sentido. La «deuda ecológica», insiste el pontífice, remite en cierto modo a la cuestión de la deuda externa, «cuya presión suele obstaculizar el desarrollo de los pueblos, y ahora más ante la crisis causada por la pandemia».
16.500 millones
Se trata de uno de los anuncios que se han calificado como «históricos». Los líderes mundiales reunidos en la ciudad escocesa se han comprometido a frenar la deforestación y revertir la pérdida de zonas arboladas de cara al año 2030. El plan lleva aparejado un compromiso de 10.300 millones de euros en fondos públicos aportados por doce países entre 2021 y 2025. A este montante hay que añadir 6.200 millones de inversión privada. Estados Unidos, la Unión Europea, Indonesia o República Democrática del Congo se encuentran entre las naciones que han ratificado el pacto, pero también lo han suscrito Rusia, China o Brasil. Aunque las tasas de deforestación han caído, todavía se pierden alrededor de 10 millones de hectáreas cada año.
Próximas citas
La consejera vasca de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, presentó ayer en la COP26 la apuesta de Euskadi por la generación de las energías limpias a futuro y anunció asimismo las citas internacionales en torno a las energías renovables previstas para 2022. Tapia ha invitado a la primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, a que asista el próximo año a la Feria Wind Europa que se desarrollará en el BEC, así como al ICOE, el mayor congreso internacional de energías marinas que tendrá lugar en el Kursaal, según ha informado el Ejecutivo.
Ayer se celebró en la COP26 la Asamblea Under 2 Coalition, que impulsa el compromiso y liderazgo mundial por el clima. Una red con más 200 agentes que representan el 50% de la economía mundial. Euskadi forma parte del comité ejecutivo de esta alianza, de ahí que la consejera Tapia haya dado cuenta de las principales acciones y resultados obtenidos.
Combustibles fósiles
Los gases de efecto invernadero son los grandes culpables del cambio climático y, de ellos, el metano y el CO2 son los más perjudiciales. Recortar o eliminar el uso de combustibles fósiles como motores de la industria y el transporte es la única forma de evitar que su acumulación en la atmósfera aboque al planeta a un calentamiento global irreversible. En la COP26 la principales potencias mundiales se han comprometido a centrar sus esfuerzos en reducir las emisiones de metano, sumándose a una iniciativa liderada por EE UU y la Unión Europea. Además, 42 territorios se han adherido a una declaración que defiende que no se construyan nuevas centrales eléctricas de carbón y apuesta por impulsar las fuentes energéticas limpias. En total, unos 190 gobiernos nacionales, regionales y empresas han firmado este compromiso.
¿Qué es?
Uno de los objetivos marcados en la cumbre de Glasgow es a la vez un concepto novedoso para el público en general. Se trata de 'cero neto' y se alcanza cuando las emisiones de CO2 producidas por el hombre se equilibran globalmente con las eliminaciones de dióxido de carbono que propicia el propio planeta, a través de sus masas boscosas o los océanos, por ejemplo. Lograr ese equilibrio es el compromiso que se han marcado la mayoría de los países que han acudido a Glasgow, que se han puesto como límite temporal el año 2050. Incluso a China, el mayor emisor de GEI del planeta con un 28% del total global, se ha comprometido a llevar a cabo distintas políticas y actuaciones para lograr ese objetivo. El 'cero neto' ya se contemplaba en los acuerdos de París de 2015, sin embargo a día de hoy ningún país del mundo cumple las condiciones que se marcaron entonces.
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