Calculan que 30.000 vascos no piden la RGI por desconocimiento

López indicó que para esclarecer por qué un porcentaje tan alto de los posibles perceptores no piden ni esta ayuda ni tampoco el Ingreso Mínimo Vital (IMV) el Ministerio de Seguridad Social tiene en marcha una investigación. Dentro de ese estudio quieren identificar a 200 personas en Euskadi, en su mayoría mujeres con hijos y un bajo nivel de formación que no solicitan esta ayuda. Las zonas designadas para buscar a estas personas son los barrios de Otxarkoaga, Rekalde y San Francisco, en Bilbao; Bermeo, Getxo, Barakaldo, Santurtzi y Sestao, en Bizkaia; Vitoria, y San Sebastián e Irún, en Gipuzkoa.

La vicelehendakari Idoia Media, presente en el acto de ayer, precisó que la cifra de personas que no solicitan la RGI en Euskadi, pese a poder hacerlo, cambiará en cuanto se apruebe la nueva ley que regulará esta renta, algo que se espera que ocurra dentro de tres meses. Con esta revisión de la norma se ampliará el número de posibles beneficiarios con derecho a cobrar esta prestación.

Entre las novedades que incluirá la futura RGI estará que se reduce de 23 a 18 años la edad para solicitarla, siempre que se lleve un mínimo de un año emancipado y el solicitante se encuentre en situación de búsqueda de empleo. También contempla un incremento de las cuantías. La percepción mínima pasará de 727 a 800 euros, mientras que la máxima, prevista para familias numerosas, se elevará de los 1.033 a los 1.546 euros.

El acto convocado ayer al que asistieron Mendia y López tenía como objetivo presentar el nuevo servicio de Lanbide para facilitar la solicitud a estas ayudas por vías telemáticas. Su objetivo es garantizar «la igualdad» de todas las personas para acceder a las prestaciones tanto del IMV como la RGI, destacó Mendia.

«Cuando la brecha digital se suma a la exclusión social y económica, se ahonda en las dificultades para acceder a esas ayudas», destacó la vicelehendakari, quien detalló que, en este momento, 65.000 hogares vascos se encuentran afectados por la brecha digital, ya sea por no disponer de dispositivos electrónicos o conexión a internet o por carecer de habilidades para manejarse en ese ámbito. En este sentido Mendia insistió en que «no basta con garantizar el derecho a relacionarse electrónicamente con la administración si no se garantiza el derecho a contar con las herramientas para hacerlo».

Para ello este nuevo proyecto apuesta por un lenguaje «fácil y comprensible» y permitirá que los solicitantes tramiten sus peticiones, con acompañamiento, en las 240 oficinas de KZguneak distribuidas en todo el territorio vasco, que se suman a las 42 oficinas físicas de Lanbide que «se mantendrán siempre en su formato presencial».

La directora de Prestaciones e Inclusión del Gobierno Vasco, Sara Buesa, resaltó que se trata de garantizar «la accesibilidad con acompañamiento, a la vez que hizo hincapié en que muchas personas no piden las prestaciones porque «desconocen que existen o no saben cómo acceder a ellas».