La «brecha salarial», un «problema estructural del mercado de trabajo», está detrás de que recurran a solicitar un piso protegido más mujeres que hombres. Esa es una de las principales conclusiones del 'Informe del acceso a la vivienda en Euskadi desde la perspectiva de género', ... publicado recientemente por el Gobierno vasco. Las féminas que están inscritas en Etxebide ascienden a 33.052, mientras que los varones son 27.236. La diferencia se aprecia sobre todo en el caso del alquiler, con 26.221 mujeres y 20.517 hombres.
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El análisis del Observatorio vasco de la Vivienda resalta que «ocho de cada diez solicitudes en las que una mujer aparece como única titular se decanta por el alquiler protegido». Es, sostiene el documento, algo «coherente con la situación económica más desfavorable de las mujeres y su mayor dificultad para acceder a una vivienda a precio asequible».
La mayoría de ellas «se encuentran emancipadas y residen en viviendas en régimen de alquiler libre, asumiendo un elevado esfuerzo económico para el pago de la misma». Tanto es así que un informe sobre el coste de la emancipación de la Dirección de Juventud reveló hace unos meses que adquirir una vivienda en propiedad supondría para una joven destinar el 57% de su sueldo, seis puntos más que para un chico. En el caso del arrendamiento en el mercado libre, los porcentajes ascienden al 59 y al 51%, respectivamente.
Realidades como esa derivan en que solo el 26% de las vascas de entre 18 y 44 años que necesitan acceder a su primera vivienda dispongan de ingresos suficientes para asumir los pagos. El informe del observatorio, para reflejar la diferencia entre hombres y mujeres, toma como referencia los datos del INE, que sitúa en 5.600 euros anuales la brecha en Euskadi de los ingresos de los varones (33.706 euros anuales) y las féminas (28.084). Eso responde, «en buena medida», al menor peso de las mujeres afiliadas a la Seguridad Social en modalidades de empleo indefinido y a tiempo completo respecto a los hombres (42,2% ellas y 67,6% ellos).
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De ahí que dos de cada tres personas reconocidas con el derecho subjetivo a la vivienda -el Gobierno vasco tiene la obligación de facilitar un hogar a quien no cuenta con recursos, o de darle ayudas- son mujeres: 4.079 de 7.318. También, a finales de 2022, había 2.258 féminas beneficiarias de las ayudas del programa Gaztelagun, que abona una parte de la renta, frente a 1.660 varones.
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