El bilbaíno que cocina en el Palacio de Buckingham y reparte comida entre los más necesitados

Pese a trabajar en Buckingham confiesa que nunca ha estado cara a cara con Isabel II, aunque sí trabajó para eventos como sus últimos cumpleaños, su entierro y la coronación del actual monarca. «Solo la vi dos veces, cuando iba en coche. A la que sí he visto de cerca es a Meghan Markle -esposa de Enrique-. Llevaba sombrero y no la reconocí», confiesa en declaraciones a Afp, que explica la razón por la cual no se encarga de dar de comer a Carlos III y compañía. «Yo no puedo manipular la comida de la familia real, ya que la podemos contaminar. Ellos tienen un chef privado. Estamos con los que están un peldaño más abajo de la realeza en el palacio», explica el vizcaíno.

Pero, ¿cómo llega un bilbaíno a entrar en la plantilla de un lugar tan distinguido? Hace una década, se mudó a Londres. Como muchos emigrantes, se afanó en restaurantes de comida española. De repente, se encontró con una oferta. «No sabía para qué era. Presenté la candidatura sin imaginar dónde iba a trabajar. En la primer entrevista te advierten de que es un trabajo muy duro, para muchas personas».

Poco a poco fue avanzando fases. Y llegó la última prueba. La definitiva. ¿Dónde? En Buckingham, cómo no. «Era como si estuvieras en un programa de televisión, con tres concursantes y tres jurados», afirma García Basabe que, en ningún momento, pensó que sería el seleccionado. Pero sí ocurrió, aunque no solo tuvo que demostrar que era un bueno en su oficio. Me pidieron todos los certificados de buena conducta, tanto en el Reino Unido como a nivel internacional. Con una simple multa de tráfico no pasas», desliza. Y, desde entonces, está en el palacio.

Eso fue en 2019. Poco después, comenzó con la parte solidaria. Y creó su ONG, OCA Cocina Comunitaria. ¿Oca? Es un tubérculo que se cultiva en la zona de los Andes. Y escogió ese producto en honor a las familias latinoamericanas que ayuda, el 80·% de las personas a las que ayuda proceden de allí.

¿Y por qué decidió crear esta ONG? «Fue una cosa muy bonita. Nació de la noche a la mañana. Durante la pandemia, al ser yo una persona vulnerable, ya que soy diabético, me mandaron a casa en el trabajo en Buckingham. Me aburría, y como colaboro con organizaciones latinoamericanas en Londres, me llamaron de una iglesia para que pasara el mensaje de que podían dar comida a gente necesitada». Y a partir de ahí, un crecimiento imparable. «Empezamos primero con 30 familias, luego incrementó a 50 familias y ahora ayudamos a más de 2.500 familias», confesó hace un poco este hombre que también ha colaborado para enviar comida desde Londres a Ucrania.