Ana Cobo
Lunes, 1 de mayo 2023, 08:32
Conservas La Reina del Cantábrico, una casa fundad en 2015 en Santoña, ha entrado este domingo en el olimpo de las anchoas. La empresa ha logrado el premio de 'Mejor Anchoa 2023' tras imponerse en la cata-concurso organizada por la Cofradía de Cantabria. Emocionada ... y al borde de las lágrimas, la empresaria Maite Pérez recogió el galardón de manos de la exnadadora Gemma Mengual, invitada de honor.
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Maite Pérez dedicó el premio a su marido, Nicolás Escobedo, que «es la otra mitad», y a su suegra, Emilia Fuente Ruiz, impulsora de Conservas Emilia. Ambos, ha dicho, «me animaron a adentrarme en el mundo de las conservas. Yo procedo de Bilbao y de anchoas sabía lo justo». Igualmente, ha tenido unas palabras para sus padres por «los valores que me han inculcado y que intento representar como a ellos les gustaría».
Un total de doce conserveras participaron en la cata-concurso. Tras una primera criba, a la gran final pasaron siete conserveras (una más de lo habitual al producirse un empate): Emilia, Catalina, Fontecilla, Pujadó Solano, Hoya, Nuevo Libe y La Reina de Cantábrico. Su producto fue nuevamente degustado por otro jurado diferente.
En la cata, el jurado tuvo que valorar el aspecto visual, olfativo y sobre todo, el gusto de cada filete de anchoa. Tras otorgar una puntuación individual a cada marca, un notario se ha encargado de recoger los resultados. De la suma, ha resultado que Conservas La Reina del Cantábrico ha seducido el paladar de los profesionales.
Pérez explicó a este periódico que ha pasado un tiempo delicado a nivel personal y este premio «nos impulsa a seguir trabajando y luchando». El galardón pone en valor el «buen hacer» del equipo «y el cariño con el que trabajamos» la anchoa. La Reina del Cantábrico, ha explicado, inició su andadura en 2015. «Mi suegra me animó en su día a que montara mi propia empresa con un bocarte grande de calidad capturado en la costera del Cantábrico».
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La superioridad de sus anchoas viene avalada por «la limpieza y la exquisitez con la que están trabajadas. Es nuestra máxima». La conservera cuenta con 16 empleados, una fábrica en el polígono industrial de Santoña y un establecimiento de venta al público ubicada en la calle Santander de la villa. En las últimas ediciones de la feria, la marca ha alcanzado la final de la cata y tenían la espinita de conseguir el triunfo. «La perseverancia ha dado sus frutos». De cara a los próximos meses, ha confiado en que el título sea un impulso a nivel nacional y regional porque «la difusión que tiene ganar la cata es muy grande y nos va a ayudar a seguir ampliando el mercado».
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