Cuando la Diputación y EL CORREO empezaron hace meses a preparar el tercer foro 'Mujer y Visibilidad', centrado este año en la desigualdad en el mundo del deporte, nadie imaginaba que iba a ser una temática que fuera a estar de plena actualidad. Mientras ayer ... se celebraba este encuentro en el salón de actos del Museo Guggenheim de Bilbao, el expresidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, accedía a la Audiencia Nacional en calidad de investigado por los delitos de agresión sexual y coacciones a raíz del beso sin consentimiento que dio a la internacional Jenni Hermoso durante la celebración del triunfo en el Mundial el pasado 20 de agosto. También, en las dos horas y media que duró el foro, las jugadoras que levantaron la Copa anunciaron que no regresarán a la selección si no se producen más cambios en el organismo federativo.
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En ese contexto, la mesa redonda dirigida por Almudena Cacho, en la que participaron la exgimnasta Almudena Cid, la exbaloncestista Lucila Pascua y la exfutbolista Ainhoa Tirapu, estuvo protagonizada por el citado «pico». Analizaron lo sucedido, pero también abordaron cómo ha sido posible que se den las condiciones para que el máximo responsable de una federación tenga ese comportamiento y hablaron sobre el futuro. Las profesionales coincidieron en una reflexión: la actuación de Rubiales ha sacado a la luz «el machismo» que impera en el deporte.
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Alba Cárcamo
Tirapu, que fue portera titular de la selección española, no titubeó al valorar la polémica. «He visto el vídeo. Es un superior agarrando la cabeza a una subordinada y dándole un beso. ¿Alguien se imagina eso en el mundo empresarial?», cuestionó. Reconoció que, cuando la selección se alzó con la victoria, sintió alegría por sus compañeras, aunque también pensó que ese triunfo iba a impedir «ver las cosas» que sucedían en la federación, y que ya nadie iba a recordar a «las quince» jugadoras que abandonaron el pasado año la rojigualda tras la negativa del organismo a destituir al entonces entrenador, Jorge Vilda. Pero la actuación de Rubiales en el Estadio de Australia permitió que el debate sobre el funcionamiento de este estamento deportivo y de sus responsables volviera a primera plana. La exfutbolista cree que el horizonte que se abre ahora debería servir para llevar a cabo «cambios mucho más profundos que los que algunos quieren», y consideró que «es injusto que las deportistas tengan que sacrificar su carrera para conseguir avances».
Lucila Pascua también incidió en la idea de que, por desgracia, «si las deportistas queremos conseguir algo, tenemos que andar amenazando». Y recordó que «no pedimos mucho: condiciones de trabajo dignas y que se fulmine a personas con esas actuaciones». La expívot catalana aseguró que «muchas nos hemos visto reflejadas en estas conductas», por lo que emplazó a «aprovechar este tirón, este impulso, para seguir denunciando estas malas prácticas» y para implicar a los hombres con la mira puesta en que «se den cuenta de la realidad y empaticen».
Para Almudena Cid, que haya personas que resten importancia a lo sufrido por Jenni Hermoso «es el reflejo» de que los hombres «no están colocados en nuestro lugar; no han tenido que batallar, agachar la cabeza, callar». La exgimnasta alavesa ve los acontecimientos de las últimas semanas como «un acelerador, un revulsivo que puede traer cambios al deporte femenino».
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E insistió en la necesidad de «agarrar esto y no soltarlo», en no callar. «El primer equipo de fútbol femenino en la historia, en Inglaterra, se creó 1917. Los hombres fueron a la Primera Guerra Mundial y las trabajadoras de una fábrica de armas, que empezaron a jugar en los descansos, consiguieron llenar estadios. Cuando terminó el conflicto, se dijo que el fútbol era de hombres, que devolvieran el balón. Callaron y las mujeres no volvieron a pisar un estadio como jugadoras hasta los años setenta. El silencio de un día es medio siglo, y no se puede repetir», lanzó.
«Es injusto que las deportistas tengan que sacrificar su carrera para conseguir avances»
«No pedimos mucho. Condiciones de trabajo dignas y que se fulminea personas con estas actitudes»
«Decir que solo es un beso es el reflejo de que los hombres no están colocados en nuestro lugar»
La diputada foral de Empleo, Cohesión Social e Igualdad, Teresa Laespada, fue la encargada de abrir el tercer foro 'Mujer y Visibilidad'. En su intervención, destacó el «potencial» del deporte «como herramienta de transmisión de valores». Históricamente, lamentó, exaltaba «estereotipos ligados a la masculinidad más tradicional», pero la «lucha» de muchas «pioneras» está sentando las bases del cambio. Y a introducir una «mirada nueva» puede contribuir precisamente el escándalo de Rubiales. «Las deportistas nos han dado una lección. Han actuado como colectivo en una sociedad tan individualista», resaltó.
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