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Ha llegado la hora de la verdad para los más de 76.000 aspirantes a un empleo fijo en Osakidetza. La oferta pública de empleo (OPE) del Servicio Vasco de Salud ha arrancado a las 17.00 horas de este viernes en el ... BEC de Barakaldo y se extenderá durante todo el fin de semana.
Los 1.898 fisioterapeutas y los 5.061 administrativos inscritos en la OPE han sido los primeros profesionales en acudir al BEC para participar en ella. Los primeros pelearán por 36 plazas y los segundos, por 73. Con estas dos convocatorias, el Servicio Vasco de Salud retoma las pruebas que tanta polémica están generando desde hace casi dos semanas debido a la sospecha de que se han filtrado exámenes en las pruebas de médicos especialistas de hospitales. Los sindicatos sostienen que este supuesto fraude no se produce en el resto de categorías.
Mañana será el turno de los técnicos en cuidados auxiliares de enfermería, administrativos y celadores, mientras que el domingo está reservado a enfermeras, técnicos especialistas de laboratorio y operarios de servicios. La megaoposición -96.235 personas se han inscrito para 3.335 plazas- continuará los días 23 y 24 y finalizará el 30 y el 1 de julio con las pruebas prácticas de titulados superiores no sanitarios.
La gran novedad de esta OPE, con un 19% de aspirantes de otras comunidades- consiste en permitir que se reserve la nota a quienes aprueben el examen pero no logren plaza. Si así lo desean, la pueden conservar para la siguiente oposición, en la que se convocarán las vacantes de 2018 y 2019. El ofrecimiento de esta posibilidad responde a una iniciativa que el Sindicato de Enfermería SATSE planteó y que la dirección de Osakidetza aceptó después de requerir un informe a su asesoría jurídica.
Así, los opositores aprobados pero que no sacan plaza tendrán dos opciones: en la próxima convocatoria podrán, en el momento de inscribirse y pagar las tasas, expresar su voluntad de no hacer el examen y conservar la calificación del anterior, de forma que pasan directamente a la fase de méritos. La segunda posibilidad es examinarse de nuevo para mejorar la nota. Después se elige la mejor, pero siempre que en el segundo examen también aprueben. El objetivo de la medida es reducir el estrés de quienes ya han pasado el examen. Esta novedad exige medidas que garanticen la igualdad de oportunidades entre los opositores de diferentes convocatorias. Para ello, los exámenes serán similares y las normas de evaluación de los tribunales, homogéneas.
Además de SATSE, esta OPE cuenta con el respaldo del Sindicato Médico de Euskadi (SME) y de UGT. El resto de centrales que forman parte de la mesa sectorial de Sanidad -ELA, LAB y CC OO- no la apoyaron al considerar insuficientes los más de 3.300 puestos ofertados.
Organizar una convocatoria de estas características requiere un importante gasto. Nada menos que dos millones de euros. Este elevado desembolso es para pagar los materiales necesarios para los exámenes y su corrección, el alquiler de salas, la contratación de cuidadores, las dietas de los miembros de los tribunales -hay 86, uno por cada categoría, cada uno con ocho miembros- e, incluso, un servicio de limpieza de los baños.
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