Borrar
Urgente Muere un narcotraficante tras chocar su narcolancha con una embarcación de la Guardia Civil en Tarifa
En cuadrilla. Aiora (de rosa) y sus amigas contemplan el puerto desde el mirador. maika salguero
Anchoas y habaneras

Anchoas y habaneras

Veraneo de cercanías ·

Una mañana en Santoña da para airearse en el paseo marítimo y también para aprovisionarse en la plaza de abastos: «En el confinamiento servía a domicilio a clientes vascos»

Sábado, 29 de agosto 2020, 00:32

Una mañana en Santoña equivale a uno de esos tratamientos completos que reconstituyen cuerpo y mente y te dejan como nuevo. Aquí uno puede darse unos cuantos garbeos por el paseo marítimo, desde el puerto hasta el fuerte de San Martín, llenándose los ojos de ... cielo y de mar, y también aprovisionarse en la bulliciosa plaza de abastos o en las decenas, cientos, miles, quizá millones de puestos de anchoas, el símbolo comestible de Cantabria. «En el confinamiento, he estado llevando anchoas a domicilio a clientes vascos», explica Avelina Madrazo, una fuerza de la naturaleza que está al frente de Conservas Avelina, y que en su puesto del mercado traza un resumen sencillo y demoledor de la estrecha relación que mantiene Santoña con la comunidad vecina. Quizá lleve las cosas al extremo, pero también hay que tener en cuenta que su bisabuela era de Mutriku.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Anchoas y habaneras