Llegan a Álava las primeras nevadas del otoño y las dificultades a las carreteras

También nevó sobre Vitoria este domingo, durante un corto espacio de tiempo. Y es que en este final de octubre predomina el ambiente invernal, a dos meses de la llegada oficial del invierno. Las primeras nevadas de la temperada han caído este domingo en cotas altas, pero este lunes podrían llegar a cotas de 600-800 metros, «aunque cabe la posibilidad de que caigan en alturas inferiores en zonas de tormenta», avisa el Servicio Vasco de Meteorología (Euskalmet).

Las previsiones para el País Vasco apuntan a que las nubes serán más abundantes en el noroeste, donde se producirán chubascos de manera más frecuente. Las precipitaciones se extenderán por todo el territorio y serán intensas durante la noche. No mejorará la predicción para este lunes. De hecho, se mantendrá la alerta amarilla por nieve en toda la comunidad autónoma hasta el mediodía y la de lluvias intensas hasta la tarde.

Con la nieve han llegado los problemas para circular por la red vial vasca. La Diputación Foral de Álava y la dirección de Tráfico del Gobierno vasco recomiendan circular con precaución por la posible presencia de hielo o nieve a los conductores que circulen por la autopista AP-68, a su paso por el puerto alavés de Altube, y en la carretera N-622 entre Altube y Vitoria, ambos de la red principal de carreteras vasca.

También en varios puertos de montaña del territorio alavés se registran problemas para circular. La situación varía en función del trabajo de las máquinas quitanieves, pero en los altos de Azáceta, Opácua, Herrera, Barrerilla, Orduña, Altube y La Tejera, lo mismo están abiertos, cerrados o se requieren cadenas, por lo que lo recomendable es consultar el estado de las carreteras de Álava en tiempo real en el momento en que se proponga viajar.

La presencia de hielo ha provocado alguna salida de calzada, como la que tuvo lugar a primera hora de la tarde de este domingo en el punto kilométrico 30 de la A-132 en el puerto de Azáceta.

De momento, la situación es muy diferente a lo que sucede en Asturias, Cantabria o León, donde se necesitan cadenas para circular por un buen número de puertos de montaña y varias carreteras se cerraron por el manto blanco. O en el Pirineo catalán, donde se acumularon grandes grosores de nieve.