El 'Aita Mari' presta ayuda a una zodiac con 47 personas en la zona de rescate de Malta

En principio, la intención no es subir a bordo a todos los refugiados que se encuentran en la zodiac porque «se encontrarían con más problemas de los que tienen en la actualidad». Por ello están esperando a que «Malta envíe una unidad de rescate y se los lleve a tierra».

El antiguo bacaladero, que desde hace unos meses se encontraba en el puerto de Siracusa, partió este domingo de Sicilia con la intención de regresar a Pasajes porque «por la pandemia no nos dejaban salir a las zonas SAR (búsqueda y rescate en sus siglas en ingles) de Italia y Malta». Tenerlo amarrado les estaba generando bastantes problemas, empezando por la tripulación, «tanto los profesionales como los voluntarios que veían que no hacían nada y estaban lejos de sus familias», además de unos costes de mantenimiento muy elevados y sin saber «cómo va a evolucionar la situación de aquí a dos o tres meses». Ha sido la Marina española la que ha intermediado con las autoridades italianas para obtener el permiso para zarpar.

Este domingo, dos horas después de abandonar el puerto siciliano, recibieron la alerta de que tres pateras con 173 personas, y posiblemente una cuarta con otras 87 con la que se había perdido el contacto, se encontraban a la deriva en la zona de Malta. Durante unas horas, mientras el 'Aita Mari' iba en ruta hacia el oeste, la tripulación estuvo a la espera de que las autoridades maltesas se implicaran, pero llegó un momento en que tenía que mantener el rumbo hacia España o virar al sur, hacia donde era previsible que se encontraran las pateras. Iñigo Gutiérrez recuerda que «somos una ONG de salvamento y a pesar de que el barco no está en las mejoras condiciones para dar respuesta, la tripulación no se lo pensó y respondió a la llamada».

Hacia las 10.00 de esta mañana han realizado el contacto con una de las pateras en la que viajaban 47 personas en pésimas condiciones. Las autoridades de Malta han permitido el reparto de chalecos salvavidas, agua y comida. «Es ese país el que se tiene que hacer cargo de ellas y si no lo ha hecho hasta ahora es porque le da igual». En caso de no recibir respuesta se pondrán en contacto con Italia o España para ver cómo se puede dar salida a la situación. «Hace unos días el 'Alan Kurdi', salvó a 150 migrantes que están a bordo y parece que Italia ha mandado un barco de su marina para que puedan pasar ahí la cuarentena», explica Gutiérrez como ejemplo de que podría ser el futuro de los 47 refugiados localizados por el 'Aita Mari'. Tanto Malta como Italia han anunciado que sus puertos permanecerán cerrados a la llegada de cualquier barco de migrantes.

La tripulación del barco guipuzcoano está en estos momentos muy reducida, con solo 9 personas, todas ellas, menos una voluntaria, son profesionales como el capitán, cocinero, etc.

Alarm Phone, una línea telefónica puesta en marcha por activistas que recibe las llamadas de los migrantes que se encuentran en peligro en el Mediterráneo Central, alertó ayer de que había al menos tres barcos a la deriva en el Mediterráneo. Había mantenido comunicación con dos barcas con 47 y 55 personas, respectivamente, mientras que perdió el contacto con otras dos que habían comunicado que había a bordo otros 47 y 55 migrantes. En una de estas barcas, que se cree es la que ha localizado el 'Aita Mari', una mujer embarazada explicaba en una llamada las terribles condiciones en las que se encontraban y que varias personas se habían perdido conocimiento, y que su hijo de 7 años estaba muy enfermo.

La ONG alemana 'Sea Watch' advirtió este domingo del naufragio de un barco de migrantes en el Mediterráneo Central al haber avistado un bote volcado. Sin embargo, las autoridades de Malta emitieron durante la noche un comunicado en el que afirmaban que no existe constancia de dicho naufragio en su zona SAR.

Mientras tanto, un bote neumático con cerca de 100 migrantes llegó sin ayuda al puerto de Pozzallo, en Sicilia, a pesar de que Italia ha cerrado los puertos por la emergencia del coronavirus. «Esos náufragos recorrieron entre 300 y 500 kilómetros desde Libia en una embarcación precaria y sobrecargada sin que nadie les ofreciera auxilio», recuerda Salvamento Marítimo Humanitario.

Además, el 9 de abril, recuerda la ONG, «se denunció el ataque por parte de la Marina maltesa a una patera. Según recogen los supervivientes, la patrullera, identificada con el número P52, se aproximó hasta ellos y cortó el cable del motor para evitar su entrada en aguas del país«.