El 'Aita Mari' pone rumbo a Sicilia para guarecerse del temporal

Según ha informado Salvamento Marítimo Humanitario, la ONG que impulsa esta misión humanitaria, la tripulación del buque «se ha visto obligada» a tomar la decisión de acercarse al este de Sicilia para guarrecerse de la borrasca que se aproxima, ya que las personas que están a bordo «están fatigadas y presentan diversos cuadros clínicos de los que es difícil predecir su evolución». El buque tiene previsto llegar a esa latitud a primera hora de mañana.

Mientras tanto, tanto el 'Aita Mari' como el resto de barcos de rescate humanitario que se encuentran en el Mediterráneo central están a la espera de recibir la autorización para desembarcar. A las 78 personas que salvó la vida el buque guipuzcoano, se suman otras 73, a bordo del 'Open Arms' y otras 213 rescatadas por el 'Ocean Viking'.

Emeka y el resto de los 78 migrantes rescatados el jueves por el 'Aita Mari' llevan marcado el paso por Libia en su piel. Algunos en forma de golpes, otros en miradas al vacío al volver a recordar. «Claro que sé que podía morir ahogado en el mar, pero es mejor intentar llegar a Europa que quedarme más tiempo en Libia. Aquello es un infierno. Y soy de Somalia, sé de lo que hablo», afirma Ismail. Su viaje comenzó en 2016, junto a un vecino que perdió a su familia por el terrorismo. Detrás, dejaba a su mujer y sus cuatro hijos. Sorprende una historia así cuando el protagonista tan solo tiene 25 años, y los últimos cuatro los ha empleado en este viaje: primero Kenia, después Uganda, más tarde Sudán del Sur, luego Sudán y, finalmente Libia, donde ha pasado los últimos 15 meses.