![El acusado de matar a un hombre en San Sebastián: «Sentí celos y reaccioné de manera impulsiva hasta matarlo»](https://s2.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/2023/11/07/biz-acusado-matar-gipuzkoa-kuYD-U2106409664068lE-1200x840@El%20Correo.jpg)
![El acusado de matar a un hombre en San Sebastián: «Sentí celos y reaccioné de manera impulsiva hasta matarlo»](https://s2.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/2023/11/07/biz-acusado-matar-gipuzkoa-kuYD-U2106409664068lE-1200x840@El%20Correo.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Iñigo Villamia
Martes, 7 de noviembre 2023, 07:02
El acusado por el conocido como crimen del monte Andatza, donde un donostiarra de 44 años fue hallado maniatado y degollado en febrero de 2022, confesó este lunes en el juicio haber sido el autor material de los hechos. En la primera jornada de la ... vista que se está celebrando en la Audiencia Provincial de Gipuzkoa, el procesado reconoció que fueron los «celos» los que le llevaron a acabar con la vida de la víctima, cuyo cuerpo fue encontrado un mes más tarde por un senderista y su perro en una zona de difícil acceso entre Usurbil y Zubieta (Donostia).
El asesino confeso, para quien la Fiscalía solicita 15 años de prisión por asesinato, expresó que actuó «de una manera impulsiva y descontrolada» fruto del «menosprecio» que sentía por parte de su pareja, que previamente había mantenido una relación sentimental con el fallecido. El Ministerio Público pide para ella 3 años de cárcel por un delito de cómplice de asesinato. A ambos se les aplica la atenuante de drogadicción al padecer un trastorno por consumo de heroína. Por su parte, la otra mujer enjuiciada se expone a una pena de dos meses como encubridora, ya que presenció la primera agresión y fue obligada a limpiar el reguero de sangre que quedó en la terraza tras una pelea que acabó en tragedia. Los tres acusados compartían vivienda en Hernani.
«Reconozco todos los hechos con absoluta libertad, nadie me está obligando a hacerlo», declaró el principal sospechoso, que a preguntas de la fiscal admitió que consumía drogas de manera habitual. «En aquel momento consumía cannabis, anfetamina, heroína y alcohol», matizó, «y llevábamos todo el fin de semana muy drogados y sin dormir». El investigado expresó además que el fallecido, que había abandonado la prisión de Zaballa cuatro días antes de producirse el suceso, «se insinuó de forma reiterada» a su pareja y que fue «esa insistencia» la que le llevó a cometer el delito. «Temía además que pudiera jugármela con la policía», subrayó al hacer alusión a unos problemas que ambos tenían relacionados con las drogas.
Por su parte, las otras dos mujeres acusadas, que también recocieron los hechos ante el jurado popular conformado por seis hombres y tres mujeres, aclararon que sintieron «mucho miedo». La principal colaboradora del asesinato, de 40 años, manifestó incluso que «temí por mi vida», ya que tenía una orden de alejamiento de su pareja. «Era una persona bastante cambiante, agresiva... y me dijo que le costaría muy poco acabar conmigo». Durante la narración de lo ocurrido, la mujer precisó que entró en estado de 'shock' y que hizo caso a todas las órdenes que le dio su pareja, reconociendo que «le ayudé» a maniatar al fallecido «colocándole las bridas en la mano».
Una vez trasladados hasta el monte Andatza, adonde aseguró haber ido «obligada», la mujer contó que no salió de la furgoneta. «Salió él solo y le sacó él solo. A partir de ahí, se metieron hacia una pendiente y les perdí la pista», reiteró. «Cuando volvió me dijo: 'ya está', y nos fuimos. Yo pensé que le había quitado las bridas y que lo había dejado allí desorientado, pero no que lo había matado».
«Me dijo que limpiara la sangre»
La otra procesada explicó en el juicio que ella únicamente limpió la sangre que había quedado en la terraza del piso donde tuvo lugar la pelea y que el acusado le amenazó diciéndole que si no lo hacía «me iba a hacer cómplice del asesinato». Preguntada por su reacción cuando la pareja regresó sola del monte Andatza, la mujer, de 37 años, cuenta que quiso conocer el paradero de la víctima. «Él me dijo que le había dejado en casa de un amigo, que le estaba curando».
La agresión se remonta al 24 de enero de 2022. El fallecido, un donostiarra de 44 años, había salido en libertad de la cárcel de Zaballa cuatro días antes. Fueron a buscarlo a la puerta de la prisión alavesa los dos principales acusados. Los tres durmieron en el piso del barrio hernaniarra de La Florida que la pareja compartía con la otra acusada. Según recoge el escrito de la Fiscalía, la víctima se insinuó varias veces a su exnovia «a fin de reiniciar la relación», llegando a hacerlo incluso en presencia del novio. Las dos noches siguientes en libertad durmió en un hotel de Donostia, y en ambas ocasiones recibió la «visita» de su exnovia.
El día de autos, conforme al relato de la fiscal, el acusado recogió en la furgoneta a la víctima en Donostia, y sobre las 14.00 horas fueron a la vivienda donde estaban las otras dos mujeres. En un momento en la terraza, la víctima volvió a insinuarse a su ex. El novio de esta se molestó y ambos varones comenzaron a discutir. La bronca devino en una pelea. La chica trató de separarlos, y su novio la apartó. La víctima cogió un hacha pequeña, pero su oponente se la quitó. En el forcejeo, la víctima «cayó al suelo, ocasionando un fuerte ruido».
A continuación, el procesado se puso «a horcajadas» sobre la víctima, le rodeó el cuello con el brazo y se lo oprimió provocándole que «perdiera el conocimiento y comenzara a sangrar abundantemente de la nariz y la boca». Estando el herido aún con vida, el agresor «obligó» a su novia a que le ayudara a atarle las extremidades con unas bridas. Cargaron el cuerpo en una carretilla para trasladarlo hasta la furgoneta de ella e introducirlo en la parte posterior del vehículo, destinada a la carga. A la otra mujer le ordenaron limpiar la sangre que había en la terraza «bajo la amenaza de involucrarla en los hechos».
La pareja condujo sin rumbo fijo. El herido llegó a incorporarse en varias ocasiones, y en una de ellas agarró del cuello al ahora acusado, quien se defendió golpeándole con un alicate. Aún de día, terminaron subiendo por una pista del barrio donostiarra de Zubieta hasta que el camino se hizo impracticable. El hombre cogió a la víctima de la parte de atrás de la furgoneta y la arrastró pendiente abajo. Al llegar al fondo, se detuvo para seccionar con un cúter la garganta de la víctima, que murió desangrada. El juicio continuará este martes con la declaración de los peritos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.