Acuden al peor restaurante de Barcelona y esto es lo que se encuentran: «Quiero llorar...»

Antes de acudir a un restaurante, muchos clientes tienen en cuenta las reseñas. En función de estas, se decantan por uno u otro. Así, el TikToker @long_lixue ha compartido su experiencia al visitar el peor restaurante de Barcelona según las valoraciones de Google Maps. El establecimiento en cuestión es el Trabucaire, situado frente a la Sagrada Familia, que tiene 1,3 de nota.

Una vez se sientan en la mesa tienen su primer punto de vista. «»No pinta tan mal, ¿eh? En su defensa, el primer idioma de la carta es catalán, están siendo muy majos«, afirma uno de los creadores de contenido al ver los platos.

«Pan con tomate. Sí, el tomate es triturado. No es el mejor pan, pero está calentito y está bueno, correcto», comenta uno, al tiempo que su compañero Tous opina que «está muy bien». Cuando ya les sirven el primer plato comienza su valoración: «Estas albóndigas tienen algo de pinta de ser de lata, ¿eh? Están bastante arenosas. Sabe a harina y a poco más», señala con cara de disgusto.

Cuando prueban las patatas bravas, las comparan con las «deluxe del McDonald's y con una salsa industrial picante». Son «congeladas», añade Tous. Con la tortilla llega su contundente crítica: «Es una suela de zapato, con una rodaja de tomate encima. Esto está más duro que tu culo, niño. Que asco, esto sí que no. No sabe ni a sal, ni a patata, ni a huevo. No sabe a nada», aseguran.

Con la paella no se cortan: «Pinta peor que yo», sostiene Tous nada más verla. «Esto no hay por dónde cogerlo, tiene una mala pinta... Esto es arroz escaldado, no hay socarrat. Tiene sabor artificial, el arroz está pasado... Es arroz con fumet. Y esto no es calamar, es canana. ¿Cómo se puede hacer tan mal un calamar?», critican. «Me está costando tragarlo y todo», añade @long_lixue.

Con el postre piensan que todo va a mejorar. Eh, ojo a la crema catalana, muy bien presentada, con carquiñoli y todo«, señala uno, pero rectifica en cuanto la prueba. Oh, no. No es crema catalana, es natilla. Literalmente, han abierto el bote de natillas y lo han volcado aquí dentro los locos», puntualiza.

Finalmente, les llega la cuenta, por la que deben pagar 72,80 euros. «Vaya puto robo, quiero llorar. Dos aguas, ocho euros. 6,5 euros de cerveza, esto me ha herido los sentimientos», afirman.