La UPV abre expediente sancionador contra el profesor que daba clases sin mascarilla en Vitoria

El caso, sacado a la luz por EL CORREO, causó un gran revuelo en la comunidad universitaria hace quince días. La rectora hizo un llamamiento a todos los profesores y trabajadores para que cumplieran a rajatabla las normas de seguridad puestas en marcha al inicio del curso para la prevención del Covid-19, entre las que se encontraba la obligatoriedad de llevar una protección facial para impartir las clases.

La UPV abrió entonces una investigación que llamó expediente de información reservada para intentar esclarecer los hechos. Finalmente, las pesquisas han derivado en un expediente del tipo sancionador, ya que «de las indagaciones se desprende la presunta comisión de una infracción». La Universidad recuerda que las normas establecidas para este curso «establecían taxativamente la obligatoriedad de utilizar siempre y de forma adecuada la mascarilla, en todos los espacios de la universidad independientemente de que se pueda garantizar la distancia interpersonal de seguridad».

El rectorado ha designado ya a una persona que será el instructor del expediente. El procedimiento a seguir contempla la toma de declaración del profesor expedientado, así como la práctica de las pruebas necesarias y la tramitación de las alegaciones, para finalizar con la emisión de una resolución rectoral y en ella, si procede, la imposición de la sanción correspondiente. Según las fuentes consultadas, su actitud podría tratarse de una falta muy grave. Algunas fuentes apuntan, incluso, que podría ser motivo de despido o, al menos, de ser apartado de la docencia.

«Ni siquiera se ha disculpado»

El profesor, que cuenta con una amplia experiencia en la Facultad de Farmacia, nunca explicó a sus alumnos los motivos por los que no usaba la mascarilla. En principio, no parece que hubiera una razón médica que le eximiera. Tampoco ha dicho «absolutamente nada» en su regreso a las clases. «Ni una explicación ni siquiera una disculpa», afirma un alumno que prefiere guardar el anonimato.

La situación causó un profundo malestar entre los estudiantes. No sólo porque se vieron obligados a mantener una pesada cuarentena y estuvieron expuestos al virus (al parecer hubo dos positivos más que pudieron estar relacionados con el caso del profesor), sino también porque, según denunciaron, la UPV les trasladó parte de la responsabilidad al reprocharles que no hubieran denunciado al docente desde el minuto cero.