Borrar
Urgente Grandes retenciones en Rontegi, La Avanzada y el Txorierri por un accidente entre dos vehículos
Las campas de Armentia, abarrotadas.

Ver 18 fotos

Las campas de Armentia, abarrotadas. IGOR AIZPURU
San Prudencio 2023

La casa de los alaveses se queda pequeña

Miles de romeros abarrotan las campas de Armentia durante una jornada marcada por el calor y el buen ambiente

Sábado, 29 de abril 2023, 00:25

Lleno total. La casa de todos los alaveses cada 28 de abril se quedó ayer pequeña para acoger a la marea de visitantes que se acercaron hasta allí para celebrar San Prudencio. Miles de personas abarrotaron las campas de Armentia durante una jornada de sol, calor y buen ambiente, los mejores ingredientes para honrar al patrón. Las larguísimas colas para hacerse con un talo y las sombras en las que no cabía un alfiler, más cotizadas que nunca, daban buena fe de lo multitudinario del asunto.

«¡Nunca había visto tanto ambiente!», compartía sorprendida    Adriana Aguirre, bilbaína de nacimiento pero vitoriana de corazón. «Nos hemos tomado un talo de chorizo a la sidra    y ahora nos vamos a la hierba a comernos el postre: palmera de chocolate, rosquillas y magdalenas. Hoy es un día para disfrutar», compartía esta joven acompañada de su amiga Enara Torres. «Hace diez años que no podía disfrutar de un San Prudencio sin que me tocara trabajar así que hoy tenía que venir sí o sí», añadía la segunda. A pocos metros, el pequeño Markel corría y saltaba enfundado en su trajecito de blusa. Esta era su segunda vez en las campas acompañado de sus padres, Iñigo Ortiz y Laura Ochoa. «Hemos venido esta mañana prontito, hemos almorzado y en un rato bajaremos a comer con la familia. Por la tarde iremos a la Tamborrada infantil para que el peque la vea, el combo completo», detallaba Laura.

En los exteriores de la basílica se acumulaban minutos antes de las 11.00 horas un buen puñado de fieles para seguir la procesión de la figura del santo alrededor del templo. Un momento de solemnidad que muchos aprovecharon para inmortalizar con sus teléfonos móviles, igual que el aurresku de honor posterior a la tradicional misa que ejecutaron de manera magistral Josu Sánchez y Leire Barandiaran ante la atenta mirada de las autoridades. Y de la música de los txistularis a la de la fanfarre Zenbarrekuak, que puso ritmo a la mañana en Armentia e hizo bailar a los animados blusas y neskas de cuadrillas como Akelarre o Bereziak.

Hasta el mismísimo Celedón no quiso perderse este festejo tan popular. Gorka Ortiz de Urbina es uno de los que no falla a la cita. «Había ganas ya, esta es una romería especial. El ambiente que se respira la hace diferente. Lo bonito es que se mantiene la esencia», comentaba antes de sacarse una foto con un grupo de amigos. «La gente me suele parar para pedirme que nos saquemos una foto y lo hago con gusto», admitía. «Hay mucha gente, pero cuesta mucho más cruzar la plaza de la Virgen Blanca el 4 de agosto», reía antes de brindar con txakoli helado. Refrescarse apetecía con temperaturas que llegaron a superar los 26 grados.

Talos y perretxikos

Y si en las campas el calor era, por momentos, agobiante mucho más para los profesionales que se afanaban en sacar cientos de talos al lado de las planchas. Argiñe Lezama y Beatriz Salgado amasaban a mil por hora en el puesto de Lezamako Etxe el producto estrella de la jornada. «Hacemos por lo menos diez talos al minuto. ¿Al día? Puuufff... Muchísimos». ¿Cuál es el secreto para prepararlo? «Mantenemos la receta de los aitites; es como la Coca Cola, no se revela. Pero es mejor golpes pequeñitos y continuos que uno seco», aconsejaban. Más allá de este manjar, los romeros tenían un amplio abanico de deliciosas viandas para llenar la tripa: panes artesanos, dulces de todo tipo, jamón, queso, encurtidos, miel, empanadas... Y perretxikos –alaveses, prometía la cartulina– a 46 euros el kilo.

Uno de los stands más veteranos era el de Artesanos Clauval, de Valladolid. Más de 40 años asistiendo cada 28 de abril a la capital alavesa. «Hace un día estupendo y la gente está muy animada. Lo que más se llevan son las rosquillas de anís, los garrapiñados, la torta de chicharrones y los barquillos para los niños», detallaba Susana Pérez, que desde niña acudía a la romería acompañada de sus padres. «Mientras ellos estaban vendiendo yo correteaba por la campa con mis hermanos, tengo muy buen recuerdo», revelaba entre cliente y cliente.

El único imprevisto de la jornada fue la identificación por parte de la Ertzaintza a los trabajadores de residencias privadas que se manifestaron sin comunicarlo previamente, mientras que los más pequeños disfrutaron de lo lindo con los espectáculos infantiles, el show circense y los hinchables. Otros, como los hermanos Ander y Mikel, de 9 y 7 años, prefirieron saborear un helado. Su madre, Nagore Jiménez, fue de las primeras en llegar a Armentia y extender la toalla en la zona verde, a las nueve de la mañana. «He estado en misa y después me he dado una vuelta por los puestos, que es lo que más me gusta. No faltamos ningún año, aunque llueva», contaba esta vitoriana, que ayer le pidió al patrón «salud y que estemos unidos».

Desde mucho más lejos, de Países Bajos, llegaron Henk Geel, Björn Geel e Ingrid Geel. «Nos gusta que sea algo tan tradicional, que sea un evento muy local y no centrado en el turismo. Además, la comida es artesanal, es una joya lo que estamos viendo», expresaban en el inicio del dulce recorrido por los puestos. Estos días están disfrutando de unas vacaciones en Bizkaia y buscaban algún plan tradicional vasco. «Nos encanta y ya se lo hemos contado a nuestros amigos. El año que viene volveremos», prometía esta familia. Está claro que San Prudencio traspasa fronteras.

El baskonista Markus Howard, uno más en la romería

El jugador del Baskonia Markus Howard no quiso perderse ayer la romería en las campas de Armentia en su primera temporada en Vitoria. El base estadounidense se acercó hasta el epicentro festivo por la tarde acompañado de su esposa, Peighton Howard, con quien suele dejarse ver por la capital alavesa y otros puntos de Euskadi. Ambos pasearon entre los puestos como unos romeros más e incluso se animaron a comprar en alguno de los puestos. El jugador baskonista también se tomó fotos con varios aficionados que le pararon al reconocerle. Howard suele hacer gala de su devoción en redes sociales, por lo que puede que aprovechara el paseo para pedir a San Prudencio. ¿Quizás el título de la ACB?, ¿mantener su buen porcentaje de triples?

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo La casa de los alaveses se queda pequeña