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Sabin Zubiri habla en el Parlamento ante la atenta mirada de, entre otros, Iñigo Urkullu, Josu Erkoreka y Joseba Egibar.

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Sabin Zubiri habla en el Parlamento ante la atenta mirada de, entre otros, Iñigo Urkullu, Josu Erkoreka y Joseba Egibar. Igor Aizpuru

Sabin Zubiri, el ciudadano que ha hecho historia en la política vasca

El Parlamento vasco tumba la iniciativa ciudadana contra los guetos escolares que ha defendido con un discurso ante la Cámara vasca. Es la primera vez en 38 años que alguien ajeno a los partidos interviene en el pleno

Jueves, 4 de octubre 2018, 09:59

Anoche aún repetía el discurso en casa para darle «el tono adecuado» y para cumplir escrupulosamente con los quince minutos de margen que le ofrecía el cronómetro, «lo más difícil». Este jueves ha pasado a la historia de la política vasca. Así, de repente. Y «sin querer». Sabin Zubiri se ha convertido en el primer ciudadano que interviene en un pleno del Parlamento en sus 38 años de actividad. Democracia participativa en su máxima expresión, según los expertos. Los políticos han escuchado a Zubiri desde sus escaños en un silencio absoluto –poco habitual cuando discuten entre ellos–, aunque las posibilidades de que su propuesta de ley para acabar con la segregación escolar fuera aprobada eran mínimas antes siquiera del discurso. Como así se ha confirmado: el debate sobre la segregación escolar tendrá que esperar pese haberse demostrado el interés social.

El pleno del Parlamento vasco ha tumbado esta mañana la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que pretendía acabar con los guetos escolares en el territorio y que reclamaba un reparto más justo de los alumnos con más necesidades. El proyecto de la plataforma Zubiak Eraikiz había llegado a la Cámara de Vitoria avalado por la firma de 17.000 ciudadanos, pero ha tenido una vida muy corta. PNV, PSE y PP han votado en contra de su tramitación asegurando que la propuesta «no es adecuada». Los partidos que sustentan al Gobierno han recordado que la Cámara ya tiene sobre la mesa el anteproyecto de la nueva norma de educación y han fiado a su avance cualquier cambio en el modelo actual.

Desde 2016, cualquier propuesta ciudadana avalada por al menos 10.000 firmas puede llegar a debatirse en la Cámara convertida en iniciativa legislativa popular (ILP). Si se cumplen todos los trámites, el nuevo reglamento permite a los promotores subirse a la tarima y dirigirse al Parlamento. Lo nunca visto hasta hoy. La gran ILP que se recordaba hasta la fecha fue la que se oponía al 'fracking' –sumó 103.000 apoyos en 2014–, pero sus impulsores nunca tuvieron voz en la solemnidad de un pleno, sesiones en las que solo podían pronunciarse los miembros de la Cámara o del Gobierno.

A Zubiri, técnico de Hacienda nacido en Bilbao pero residente en San Sebastián, no le ha temblado la voz. Ni en los minutos previos, sabiendo como sabía desde hace una semana que los focos iban a centrarse en él –«es que tengo muy 'trillado' el tema de dar charlas en colegios, parroquias... y esto es un trabajo en equipo»–, ni cuando se ha puesto al micrófono notablemente decepcionado. «Vaya jugada, vaya regate, vaya portazo, vaya trampa», ha reprochado a los partidos. Hace siete días la ILP contaba con posibilidades de ser aprobada, pero el Gobierno vasco emitió un criterio desfavorable que PNV y PSE van a acatar impidiendo su tramitación.

«Grave quebranto»

Activista «social, sindical y político» desde hace años, Sabin Zubiri, nieto del histórico político nacionalista fallecido hace algunos años, asegura que la plataforma Zubiak Eraikiz, promotora de la ILP, le ha elegido para subirse a la tarima casi por descarte. «Somos muy pocos y unos tuvieron que hacer una rueda de prensa, otros preparar documentos...». Paradojas de la vida, la defensa de un nuevo modelo «escolar y social» ha recaído sobre un hombre que no tiene hijos ni está vinculado con el mundo de la educación. «Pero he vivido frente a la escuela más segregada de Gipuzkoa», defiende recordando sus años en el barrio donostiarra de Amara, «y lo que se vive en insostenible». «La gran diferencia en una escuela no es tener una cancha mejor, sino los compañeros, eso lo marca todo», ha advertido Zubiri en el pleno, ante todas las fuerzas políticas.

Zubiri ha dedicado un tercio de su discurso, en el que ha mezclado euskera y castellano, a reprochar a los partidos que la ILP no avance pese a las promesas previas. «Es un grave quebranto (económico) para nosotros, lo saben», ha lamentado. El gasto de «varios miles» de euros invertidos por Zubiak Eraikiz hubiera sido sufragado por la Administración si la norma hubiese sido tramitada.

Los ensayos le han servido a Zubiri. Apenas le han sobrado 48 segundos del tiempo del que disponía, y ha abandonado el salón de plenos entre los aplausos de los parlamentarios de EH Bildu y Elkarrekin Podemos.

Enfado de Tejeria

Además de las firmas, la ILP llegaba al Parlamento avalada por varios sindicatos, la comunidad educativa y tres partidos representados en la Cámara: EH Bildu, Elkarrekin Podemos y PSE, lo que, en teoría garantizaba su tramitación. Pero no. El Gobierno vasco emitió la pasada semana un criterio desfavorable al proyecto ciudadano y los socialistas han cambiado el paso. «Estamos a favor, pero el debate sobre las dos velocidades de la educación vasca se debe abordar a través de la nueva ley», ha defendido el parlamentario del PSE José Antonio Pastor. Un discurso similar ha presentado Jone Berriozabal (PNV), que ha asegurado que la inclusión escolar es «un objetivo principal para todos», pero no a través de una ILP.

La posición del Gobierno ha generado un hondo malestar entre las fuerzas que secundaban el proyecto contra la segregación y entre los propios promotores. «¡Dar la cara!», han reclamado desde el gallinero del Parlamento cuando los portavoces de PNV y PSE aún no habían tomado la palabra pero ya era evidente que la ILP tenía las horas contadas. La exigencia no le ha gustado a la presidenta de la Cámara, la jeltzale Bakartxo Tejeria. «Está muy bien traer una propuesta popular, pero lo primero es el respeto a los parlamentarios», les ha lanzado. Aviso de expulsión.

Desde el estrado tampoco se han escatimado reproches hacia la actitud del Gobierno y, especialmente, hacia el «giro» del PSE. «Estamos ante uno de los principales retos de la sociedad, no solo de los colegios», ha lamentado la parlamentaria de EH Bildu Rebeka Ubera antes de lamentar que la segregación esté generando «estudiantes de primera y de segunda, gente que tendrá oportunidades y mano de obra barata». «Lo que ha pasado hoy es una gran interpretación del Ejecutivo de Urkullu», ha añadido desde Elkarrekin Podemos Iñigo Martínez. «Aparentan una apuesta por la participación y cuando viene una ILP le dan puerta».

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