Los portavoces del PNV, Joseba Egibar e Iñigo Iturrate, pasan por detrás de los representantes del PSE al inicio de la sesión de ayer en la ponencia de Autogobierno. Blanca Castillo

El PNV se vuelca en Podemos y EH Bildu para intentar desbloquear la reforma del Estatuto

La formación morada advierte que sólo pactará el preámbulo del texto si se evitan planteamientos soberanistas y si también lo acepta el PSE, socio de Gobierno de los jeltzales

Jueves, 10 de mayo 2018, 00:23

«Esta semana hablamos». Con esta frase dirigida a los representantes de EH Bildu y Elkarrekin Podemos cerró ayer el portavoz parlamentario del PNV, Joseba Egibar, la reunión que mantuvo la ponencia de Autogobierno por espacio de dos horas. Tal y ... como se preveía, el foro no generó avances en la redacción del nuevo Estatuto sino que evidenció las discrepancias que mantienen los grupos en torno a cuestiones nucleares como la identidad nacional y la relación del País Vasco con el Estado. Con las cartas boca arriba, el partido nacionalista va a volcar sus esfuerzos en intentar atraer a Podemos a su pacto con EH Bildu para desbloquear la situación. Todo ello orillando al PSE, socio de los jeltzales en el Gobierno de Urkullu y en las principales instituciones vascas. El acercamiento no parece en todo caso factible porque el secretario general del partido morado en Euskadi, Lander Martínez, recalcó ayer mismo que no pactará con el bloque nacionalista si el acuerdo no suma también a los socialistas.

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Joseba Egibar: Cerró la reunión invitando a Podemos y EH Bildu a acercar posturas antes del próximo miércoles

EH Bildu: «El Estatuto que necesita la sociedad vasca está un poco más cerca»

Pese a que los partidos afrontaban la sesión de la ponencia de ayer con la firme voluntad de iniciar la redacción de las bases del preámbulo del nuevo Estatuto, ni siquiera hubo la negociación que se buscaba. Y mucho menos acercamiento de posturas. Tras escuchar a los representantes del PNV desgranar su propuesta estatutaria, documento que ya adelantó EL CORREO el pasado martes y que ha provocado un notable enfado en el PSE, el foro constató que sigue dividido en dos bloques. Por un lado, EH Bildu ve con buenos ojos el planteamiento del PNV en el que los jeltzales refuerzan sus tesis más soberanistas identificando a «Euskal Herria» como sujeto nacional, apelando al derecho a decidir y planteando una relación con el resto del Estado de «no subordinación». Por otro, PSE y PP advierten de que no aceptarán planteamientos que superen los límites constitucionales.

En medio está Elkarrekin Podemos, que ve posibilidades de acuerdo con los nacionalistas en temas «sociales» pero que rechaza de plano la concepción territorial abertzale y cualquier vulneración del ordenamiento jurídico vigente para que el País Vasco renueve su relación con el resto de España. A este clavo ardiendo se quiere agarrar en todo caso el PNV para mantener viva la ponencia, según interpretan algunos de los asistentes al foro parlamentario de ayer. Fuentes jeltzales confirman que van a intentar «limar asperezas» los próximos días con Bildu y, sobre todo, con Elkarrekin Podemos. El objetivo sería presentar un acuerdo de bases para la redacción del preámbulo el próximo miércoles.

La llamada al pacto del PNV a Elkarrekin Podemos no es nueva. El pasado octubre, cuando los partidos presentaron sus propuestas para la reforma del Estatuto, Egibar ya interpeló directamente al grupo que lidera Lander Martínez desde la sala de prensa del Parlamento. Allí sugirió que sumar a la coalición que integran Podemos, Ezker Anitza y Equo al acuerdo con EH Bildu sería más que suficiente para avanzar. Dotaría al acuerdo, según dijo, del carácter «transversal» que piden Andoni Ortuzar e Iñigo Urkullu para llevar a buen puerto la reforma y sumaría el refrendo de una «amplísima» mayoría de la Cámara vasca.

«Riesgo de bloqueo»

Pero la aritmética parlamentaria no lo es todo en esta cuestión. Y Elkarrekin Podemos insistió ayer en que no contempla otra cosa que no sea un «acuerdo mínimo de cuatro partidos» para seguir adelante -descartado el PP, esto conllevaría ir de la mano con el PSE-. Y siempre que la propuesta del PNV se matice en sus postulados identitarios. «El diálogo está abierto», aseguró Lander Martínez, «pero con los planteamientos maximalistas que tenemos sobre la mesa el riesgo de bloqueo de la ponencia es evidente».

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El PNV declinó hacer declaraciones tras la sesión de la ponencia de ayer, y portavoces de EH Bildu se limitaron a asegurar que vislumbran «pasos adelante» en el foro y que la sociedad vasca «está más cerca del estatus que necesita». La izquierda abertzale entiende que se ha convertido en el único respaldo de los jeltzales y aplaude el giro soberanista de los peneuvistas.

Lander Martínez (Podemos): «Los maximalismos que mantienen algunas formaciones suponen un serio riesgo de bloqueo para la ponencia»

Pastor (PP): «Los socialistas no vamos a ser cómplices de posturas que no compartamos. Estamos pensando en emitir un voto particular»

Sémper: «El PNV quiere un 'Estatuto de Cambo'. Su propuesta es la más radical de las que ha presentado durante toda su historia»

El PSE, cuya secretaria general ha venido advirtiendo de que los planes nacionalistas están muy lejos de cualquier documento que puedan apoyar, se reafirmó en esa distancia. «Se quiere cambiar la Constitución y decirle a España cómo debe ser desde un Estatuto, y eso no se puede hacer», advirtió el portavoz parlamentario, José Antonio Pastor. No solo eso, los socialistas están sopesando, incluso, emitir un voto particular si se les excluye del pacto final. Ese voto particular sería remitido a los expertos que deberán redactar el Estatuto definitivo en los próximos meses.

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Más lejos aún de cualquier entente aparece el PP, cuyo portavoz en el Legislativo, Borja Sémper, acusó al PNV de plantear «la propuesta más radical de su historia» y de «poner en riesgo la estabilidad social y económica» si avanza por ese camino. Unos reproches de los populares que provocaron la reacción de Sabin Etxea. Portavoces oficiales calificaron de «semperada» estas críticas y censuraron al PP por no haber presentado ni «un solo papel, ni una sola idea» en seis años de trabajos para reformar el Estatuto de Gernika.

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