El voto por correo se dispara y se convierte en clave para frenar la abstención el 23-J

La convocatoria adelantada de las generales realizada por Pedro Sánchez es inédita porque nunca antes se habían celebrado unas elecciones en el mes de julio, salvo las autonómicas vascas del 12-J de 2020 en plena epidemia del covid. En cuanto el presidente realizó el anuncio, el principal temor fue que la abstención se disparase con buena parte de España fuera de sus residencias habituales.

La única forma de combatirla es el voto por correo, una vía en la que están poniendo el énfasis los diferentes partidos. El plazo para poder hacerlo arrancó en cuanto la convocatoria del 23-J se hizo oficial. Para presentar la solicitud hay tiempo hasta el 13 de julio y para entregar el sobre con el voto, una semana más, hasta el viernes 20.

Hace cuatro años el número de vascos que optaron por esta vía durante todo el proceso fue de 45.000. Eso supuso el 2,5% del censo total, una cifra que se mueve en los márgenes habituales. Pero teniendo en cuenta que ahora el dato se eleva por encima de los 105.000 cuando todavía queda un mes para la cita, la hipótesis de que el 23-J se produzca un récord histórico cobra cada vez más fuerza.

Este crecimiento exponencial no solo se está dando en Euskadi, sino en el conjunto de España. Según algunos medios, se estarían presentando alrededor de 100.000 peticiones diarias. Hasta la fecha, la convocatoria en la que el porcentaje de voto por correo en unas generales ha sido más elevado es la de 2016.También se realizó en verano, pero justo cuando acababa de empezar, el 26 de junio. El 3,9% del censo optó por esta opción.

Pero la pregunta es si este aumento permite asegurar que habrá una alta participación. Los partidos no lo tienen del todo claro, entre otros motivos, porque hay datos que certifican lo contrario. El tope en Euskadi se produjo en la cita de 2020. El coronavirus y el periodo vacacional hicieron que las peticiones se disparasen hasta las 110.000 peticiones, el triple de las que había habido en 2016. Pero aquello no se transformó en una baja abstención. Todo lo contrario, rozó el 50%. Otro ejemplo. En las generales de 2016 –las de récord–, la participación apenas fue dos décimas superior a la de 2019. En el Deustobarómetro presentado el viernes, el cálculo que se hacía era que alrededor del 62% de los vascos ejerza su derecho a voto.De cumplirse esa previsión, sería cuatro puntos menos que hace cuatro años.

Polarización

Las diferentes formaciones confían, en todo caso, en que el clima de polarización que se está viviendo en las últimas semanas evite una abstención desbocada y anime la movilización en una campaña que cumple esta semana un trámite importante: la selección de las mesas electorales. El sorteo se está realizando a lo largo de estos días.De hecho, enBilbao y Vitoria se llevará a cabo hoy mismo. EnSan Sebastián fue el pasado jueves. Las notificaciones están empezando a llegar a las personas que han sido elegidas. En el caso de las capitales vizcaína y alavesa, las que tengan que estar en una mesa electoral el 23 de julio lo conocerán a partir del jueves porque la notificación oficial tarda tres días.