Víctimas ven «inhumanos» los 'ongi etorris' a etarras y piden a EH Bildu que los rechace

El acto se celebró con un día de antelación. La efeméride se conmemora cada 10 de noviembre -fecha en la que ETA no cometió ningún atentado mortal- desde que las principales instituciones vascas acordaron instaurarla en 2010. Se evitaba así coincidir con las convocatorias previstas hoy en el Parlamento vasco y en Gogora, a las que también suele asistir el delegado del Gobierno en Euskadi, si bien en esta ocasión la pandemia ha obligado a restringir el aforo.

Las tres víctimas que ofrecieron este lunes su testimonio fueron Lorena Díez Elorza, hermana de Jorge Díez, escolta de Fernando Buesa, y que fue asesinado junto a él aquel 22 de febrero de 2000; Iván Ramos, hijo de Maite Torrano, que falleció en un ataque con cócteles molotov contra la sede socialista de Portugalete en 1987; y Francisco Javier Sáenz Martínez, hijo del ex guardia civil y vigilante de la empresa Michelin Alejandro Sáenz Sánchez, asesinado por ETA en 1985 en Lasarte. Los tres recordaron «el dolor, la angustia y el miedo» que supuso que les arrebataran a un ser querido. El «silencio y el olvido». Pero también, añadió Francisco Javier Sáenz, la «estigmatización». Pero si en algo coincidieron fue en reclamar el final de los homenajes públicos a etarras. «Perdimos a nuestros familiares, no permitan que seamos víctimas una y otra vez», solicitó Lorena Díez. La hermana del ertzaina Jorge Díez calificó estos actos de «inhumanos», al tiempo que apostó por «mirar hacia el futuro, pero narrando la verdad: que unos mataron y otros murieron».

Iván Ramos, que en 1994 tuvo que soportar que homenajearan a uno de los asesinos de su madre cuando salió de la cárcel, subrayó que los 'ongi etorris' «lo único que hacen es revictimizarnos». En este sentido no solo lamentó que se celebren, sino que «se consientan». «Tendrían que juntarse todos los partidos para hacer frente a estos actos y la izquierda abertzale debería dejar de apoyarlos», expresó. «Si queremos seguir adelante hay que pararlos, y ellos pueden pararlos», apostilló el hijo de Maite Torrano. Por su parte, Francisco Javier Sáenz no solo criticó la «canallada» de las «kalejiras con las que algunos homenajean a su becerro de oro», sino también a quienes «blanquean» la historia ETA, dijo en alusión al polémico documental emitido por ETB en el que no se da voz a las víctimas y «quedan como buenos quienes mataron», reprochó.

En el homenaje institucional, al que asistieron los tres subdelegados territoriales, tomaron también la palabra el director del Memorial, Florencio Domínguez, que apostó por trabajar en «la divulgación» de lo ocurrido «contando con las víctimas» -a día de hoy son multitud de producciones las que abordan esta materia- y el delegado del Gobierno en Euskadi. Denis Itxaso fue contundente al referirse a los 'ongi etorris'. Es más, no dudó en dirigir sus palabras hacia «ese mundo que todavía hoy homenajea el sufrimiento y la muerte en esos pueblos que aún rinden tributo a quienes fueron causa de destrucción y miseria en nuestra tierra». «Esos sórdidos homenajes a quienes asesinaron -censuró- no tratan tanto de enaltecer el terror y la muerte, que también, como mantener supurando una herida que dé sentido a la impiedad y a la cobardía de quienes hicieron del plomo el peso de sus argumentos».

Itxaso reclamó que se acaben los 'ongi etorris', al tiempo que apostó por abandonar «las tentaciones por reinterpretar la historia» para dar paso «a la misma historia». «Que la memoria, desnuda de objetivos, recobre la capacidad sustantiva de devolvernos la imagen que el espejo de la historia, pertinaz, nos muestra». «A pesar de que la imagen del reflejo nos resulte tan dolorosa, se lo debemos a las víctimas y a nosotros mismos», apostilló.