Las víctimas de ETA cargan contra la izquierda abertzale por «apropiarse» de las fiestas

La localidad vizcaína está gobernada por EH Bildu. Siete concejales frente a los seis del PNV. La alcaldesa es Urtza Alkorta. Su nombre apareció en la lista que Covite elaboró semanas antes de las elecciones municipales del año pasado, en la que denunciaba que 44 candidatos de la coalición soberanista habían sido condenados por pertenencia a ETA. Entre ellos siete por delitos de sangre. La tormenta política que se desató obligó a EH Bildu a dar marcha atrás y sacar de las planchas a estos últimos. El resto se presentó a los comicios. Alkorta, condenada a cinco años por colaborar con la banda, ganó las elecciones.

Dentro del programa de los 'andramaris', este miércoles se celebra el 'Día de la Amnistía'. La jornada incluye un amplio número de actividades: conciertos, partidos de fútbol, kalejiras, bertsos y una carrera de calzoncillos que dará por terminado el día. Pero el plato fuerte será a las 13.00 horas, cuando una manifestación con el lema 'Askatasuna' (Libertad) recorrerá las calles de la villa. La marcha está organizada por Sortu. En ningún momento se alude de forma expresa a los miembros de ETA.

La inclusión en un programa festivo oficial de un acto de este tipo ha sido la gota que ha colmado la paciencia de las víctimas de la organización terrorista, quienes exigen que las fiestas deben regirse por el principio de «neutralidad». «¿Hasta cuándo tendremos que soportar esta jactancia pública a favor de ETA?», se pregunta Covite.

«Explícito y obsceno»

Lo sucedido en Ondarroa es el último ejemplo de una tendencia que, según la asociación presidida por Consuelo Ordóñez y otros grupos como la Fundación Fernando Buesa, va a más. La situación viene repitiéndose todo el verano. Los dos colectivos ya denunciaron, por ejemplo, que en las recién terminadas fiestas de Vitoria el recinto oficial estaba «plagado» de carteles y lamentaban «la indiferencia de parte de la sociedad y, sobre todo, de las instituciones».

El caso más «explícito y obsceno» se produjo, según Covite, en Plentzia hace unos días, cuando una marcha «empapeló todo el pueblo con fotos de los etarras». Entre los que aparecían retratados estaban Arkaitz Goikoetxea, Aitor Cotano, Irantzu Gallastegi, Sergio Polo y Saioa Sánchez, «la mayoría de ellos condenados por asesinato». En Oiartzun se colocó una pancarta en la que aparecía el nombre de uno de los asesinos de InaxioUria. Una sucesión de imágenes que para las víctimas de ETA hace imposible «restaurar la ética pública después de 50 años de terror».

Para la Fundación Buesa, «en una sociedad sana no se permitiría que el espacio público y festivo estuviera plagado de pancartas de apoyo a quienes durante décadas mataron, secuestraron, hirieron, extorsionaron y persiguieron en nombre de ETA». «¿Os imagináis que un pueblo estuviera lleno de fotografías de asesinos notorios? ¿De agresores sexuales? ¿O de otro tipo de delincuentes convictos?», añade Covite.