Decenas de personas acudieron a recibir a Fresnedo, natural de Portugalete, a la cárcel de Logroño. efe

Las víctimas denuncian el recibimiento a un etarra a su salida de la cárcel de Logroño

Sesenta personas aclaman a Aitor Fresnedo, que ha cumplido 25 años por el asesinato de un policía nacional

Miércoles, 18 de agosto 2021, 01:20

No fue un ongi etorri al uso sino más bien un recibimiento masivo a las puertas de la cárcel de Logroño. Allí acudieron ayer algo más de sesenta personas a aclamar al preso de ETA Aitor Fresnedo Gerrikabeitia, que salía de prisión tras cumplir 25 ... años de condena de los 30 que se le impusieron por, entre otros delitos, su participación en un atentado en 1995 en las oficinas de expedición del DNI de Bilbao que acabó con la vida de uno de los policías nacionales que custodiaban la entrada e hirió gravemente al otro. En el acto falleció el agente Rafael Leiva, de 43 años y padre de seis hijos. Su compañero Domingo Durán, también casado y con una hija, quedó tetrapléjico y murió ocho años después, en 2003.

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Uno de los agentes falleció en el acto y su compañero quedó tetrapléjico y murió en 2003

atentado en 1995

La asociación de víctimas del terrorismo, Covite, recordó ayer el asesinato para denunciar la concentración de personas a las puertas del centro penitenciario, entre ellas varios niños, para dar la bienvenida al preso, natural de Portugalete, entre aplausos e irrintzis. En su cuenta de Twitter, el colectivo y su presidenta, Consuelo Ordóñez, compartieron fotografías en las que se veía al etarra, que se ha dedicado en prisión a traducir al euskera una obra sobre un jefe indio lakota, firmando ejemplares.

«Autógrafos a un violador»

«En este rincón de Europa, los asesinos en serie como Aitor Fresnedo a su salida de la cárcel se dedican a firmar libros», lamentó Ordóñez. «¿Quién no quiere una dedicatoria de un terrorista condenado por dos asesinatos? ¿Esas personas pedirían también autógrafos a un violador?», se preguntó Covite, que hace solo unos días se felicitaba al constatar que la bienvenida en Hernani al preso Andoni Murga, no se había organizado «con la obscenidad y jactancia habituales», sino «en privado», en el interior de la herriko taberna de la localidad.

El recibimiento de ayer, no obstante, fue mucho más ostentoso. Un paso atrás, si es que se había iniciado algún camino para mitigar el dolor de las víctimas al ver jaleados a los asesinos de sus familiares. Etxerat hizo pública en las redes la foto de familia que se tomó el recluso y celebró su puesta en libertad con el hashtag #BatGutxiago (Uno menos). La misma etiqueta que utilizó Sortu en su cuenta oficial para aplaudir la salida de otro «preso político» de la cárcel, a la que añadió la leyenda, en inglés, #FreeThemAll (Liberad a todos).

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«En este rincón de Europa los asesinos en serie firman libros», lamenta Consuelo Ordóñez

concepto

Covite lamentó tener que ver «cómo cada día Sortu pide la libertad de los asesinos de nuestros familiares». «Y todavía hay quien se tapa los ojos», apostilló la asociación, que se preguntó: «¿Seguro que Sortu no tiene nada que ver con ETA?». Se respondió a continuación, al constatar que la izquierda abertzale tradicional, con cada vez mayor «peso» político dentro de EH Bildu, tiene entre sus filas a los «sucesores e ideólogos» de la banda en las instituciones, y por eso su presencia normalizada en ellas supone una «humillación» para las víctimas del terrorismo. «La voz de ETA en los parlamentos se escucha a través de Sortu, que nunca oculta su defensa de la amnistía de todos los asesinos etarras», se dolieron.

Fresnedo fue trasladado desde Jaén a Logroño a mediados de agosto del año pasado. Cumplió las tres cuartas partes de la pena en septiembre de 2015, había aceptado la legalidad penitenciaria y participaba en «actividades programadas», según informó Instituciones Penitenciarias para proceder a su acercamiento hace ahora un año, encuadrado en la política de traslados masivos emprendida por el Gobierno de Pedro Sánchez. Condenado a treinta años y seis meses de cárcel por los delitos de asesinato, terrorismo, atentado, depósito de armas, tenencia de explosivos y desobediencia, había ingresado en prisión el 27 de julio de 1996.

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En el juicio, celebrado en la Audiencia Nacional, llegó a golpear a los policías que lo custodiaban y llamó «fascistas» al tribunal. Formó parte del 'comando Galicia', que en 1996 intentó asesinar al entonces presidente de la Xunta, Manuel Fraga.

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