La viuda de Ordóñez denuncia en Bruselas «la patraña de la reconciliación»

«¿Quién se cree la patraña de la reconciliación? ¿Alguien piensa que podemos compartir mismo espacio víctimas y verdugos?», se preguntó acompañada de los eurodiputados Dolors Montserrat y Javier Zarzalejos; la secretaria general del PP vasco, Laura Garrido, el concejal en San Sebastián Mikel Lezama, y el edil bilbaíno Carlos García. Apuntó directamente al coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, a quien ve como «un terrorista, no un demócrata». «Tenerles presentes en la actividad pública es una afrenta para la democracia que defendieron sus víctimas», denunció.

A la presentación de la exposición acudió una representación de los grupos europarlamentarios. Entre ellos los socialistas Javier Moreno y Eider Gardiazabal, la eurodiputada de Cs, Maite Pagazaurtundúa, y Ernest Urtasun, de Catalunya en Comú.

La muestra, que se podrá visitar hasta mañana, recorre la vida del político conservador desde sus primeros pasos en Alianza Popular a través de fotos y de sus objetos personales. «Se estrenó por primera vez en el Palacio Miramar de San Sebastián y también ha podido verse en Vitoria y Madrid, pero traerla al Parlamento Europeo era especialmente importante. Su figura representa la lucha de la libertad frente a la opresión del miedo», destacó en su intervención el eurodiputado Javier Zarzalejos, quien se refirió a Ordóñez como «héroe de la democracia».

La secretaria general del PP vasco, Laura Garrido, acudió emocionada a la muestra, ya que conoció en persona a Ordóñez. «En la década de los 90, él fue un claro revulsivo para que muchos jóvenes se afiliaran a nuestro partido», apuntó. Insistió en que «no debemos olvidar lo que pasó», construyendo «un relato veraz» de lo ocurrido. En ese sentido, criticó que actualmente se produce un «blanqueamiento» por parte de ciertas formaciones políticas, en referencia a la relación parlamentaria entre PSOE y Bildu.

La sombra de Ordóñez es alargada y su legado vive en toda una generación de políticos. Tal y como declaró la eurodiputada popular Dolors Montserrat, «su vida y la de todas las víctimas del terrorismo merecen también ser contadas fuera de España». El Parlamento Europeo, a través de la Comisión que preside Montserrat, aprobó en abril un informe para promover la resolución de los 379 asesinatos sin resolver de ETA en lo que es «un paso adelante» para lograr «justicia efectiva» para las víctimas y sus familias.

La intervención más emocionante fue la de su viuda, quien recordó que Ordóñez dio sus primeros pasos en la política con solo 21 años. Y desde el principio alzó la voz contra ETA. «Lo hizo consciente de cuál iba a ser su final», aseguró Iríbar. La banda terrorista lo mató de un disparo el 23 de enero de 1995, mientras comía en el bar La Cepa de San Sebastián. Tenía 36 años y un hijo de un año.

«Lo mataron, pero no pudieron detener su trabajo transformador y el de los hombres y mujeres valientes que lucharon por la libertad». En palabras de Iríbar, su ambición nunca fue personal, «solo quería cambiar las cosas». Le preocupaban especialmente el silencio y la indiferencia de la sociedad vasca ante la violencia terrorista. «Nada hubiera sido igual en Euskadi si ETA no hubiera matado a Gregorio», asegura su viuda. En las elecciones tras su asesinato, el PP fue la fuerza más votada en la capital guipuzcoana.