El exalcalde socialista de Andoain Estanis Amutxastegi rememora una de las últimas conversaciones que mantuvo con José Luis López de Lacalle, días antes de que le mataran. «A mí ya me habían puesto escolta y ese día José Luis me dijo: 'Estanis, ten cuidado'. Tú ... eres el que tienes que tener cuidado, le repliqué yo. Pero él le quitaba importancia con la excusa de que ya era un jubilado». Se emociona cuando recuerda a su «gran amigo», al que define como «infatigable luchador» por las libertades, «la razón por la que los franquistas lo metieron cincos años en la cárcel y los otros fascistas de este país lo mataron».
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Amutxastegi conoció a López de Lacalle hace ahora más de cincuenta años, cuando frencuentaba la barbería de su padre en Andoain. En aquel local del pueblo el exalcalde, entonces un chaval de 14 años, asistió a sus primeros debates políticos con López de Lacalle como uno de los principales protagonistas. «Era capaz de escuchar y dialogar con cualquier persona sin distinguir ni orígenes, ni ideología. Tenía además la virtud de que cuando notaba que el tono se estaba elevando demasiado, cortaba y se retiraba. Era muy respetuoso», recuerda. Años después, en los tiempos en que Amutxastegi era miembro de Euskadiko Ezkerra, prácticamente todos los sábados al mediodía se daban cita ambos en el bar Kabia, donde coincidían con otros vecinos de todas las ideologías y debatían intensamente de la actualidad.
José Luis nunca se afilió al PSE, pero fueron sus amigos socialistas quienes se movilizaron para colocar un monolito en un parque de Andoain y dedicarlo a su memoria. En 2002, el entonces alcalde socialista José Antonio Pérez Gabarain mandó hacer una 'L' de la noche a la mañana y la colocó en un monolito en el parque que desde entonces lleva el nombre de José Luis López de Lacalle.
Este jueves el exalcalde socialista de Andoain aprovechará su salida para coger el pan y comprar el periódico, en la misma tienda donde José Luis adquirió los periódicos el día de su asesinato, y para visitar el monolito del parque López de Lacalle.
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Otro de sus amigos, el socialista Alberto Agirrezabal, miembro de la cuadrilla de José Luis en Zarautz, compuesta también por Iñaki Epelde, Iñaki Sagastizabal, José Miguel Agirre y Patxi Elola, rememora que fue siempre «un hombre que amaba la política y un gran luchador antifascista», precursor del frente por la paz y de las primeras movilizaciones tras los asesinatos de ETA. «José Luis era único, culto, un gran conversador y un respetuoso polemista».
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