«Aita, llevo 25 años intentando recordar algún gesto tuyo y no puedo. No sabes cuánto duele»

Mikel Iruretagoiena llevaba tiempo pensando cómo afrontar el fatídico aniversario y decidió escribir una misiva a su aita para leerla en su primera intervención pública. Las emocionadas palabras, redactadas y leídas desde lo más profundo de su corazón, provocaron las lágrimas y «la admiración, por su entereza», de su familia, encabezada por su ama, María José Imaz, su hermano, Eneko, y sus tíos. Todos estuvieron acompañados en el salón de plenos del Ayuntamiento por familiares, amigos y representantes políticos.

El joven Iruretagoiena, que tan solo tenía cuatro años cuando su padre fue asesinado, explicó que «en los últimos años mucha gente ha comenzado a contarme historias y recuerdos que guardaban» de su aita. Memoria que también ha ido componiendo con reminiscencias de su familia y que le han servido para darse cuenta de «que eras muy querido por tus amigos y familiares». «Muchos me dicen que te recuerdan sobre todo por tu manera de ser», evocó.

«Desde que tú te fuiste nuestra madre se hizo cargo de nosotros», compartió Mikel mirando a su ama María José Imaz. Con lágrimas en los ojos remarcó que ella «no ha tenido una vida fácil», pero que «siempre ha sacado fuerzas de donde no había, incluso tras la pérdida de sus padres y tras ganar la batalla al cáncer en dos ocasiones». «A la mejor madre del mundo, de parte de Eneko y mía, eskerrik asko. Te queremos», le dedicó a su ama, que no dudó en levantarse de su asiento para fundirse con él en un cariñoso abrazo. Quiso transmitir también a su padre que no sabría explicarle «cuántas veces» le ha echado en falta y que tampoco puede dejar de pensar en «cuantos momentos juntos nos han robado».

El acto de reconocimiento, presidido por una gran fotografía de José Ignacio Iruretagoiena y unos ramos de flores, había comenzado unos minutos antes con unas piezas de música en el salón de plenos y con la lectura de una declaración institucional en presencia de todos los ediles de PNV, PSE, EH Bildu y Podemos-Equo Berdeak. Con un formato similar al tributo que realizó el Ayuntamiento hace cinco años, cuando se inauguró una placa en memoria de Iruretagoiena, el Gobierno municipal (PNV y PSE), reeditó el reconocimiento al edil popular.

«Tenía 35 años»

Txurruka dio lectura a la declaración institucional, acordada en 2018 en la comisión municipal de Convivencia y Derechos Humanos, y que entonces no contó con la firma de EH Bildu. El texto remarcó que «un atentado de ETA segó la vida de José Ignacio Iruretagoiena. Tenía 35 años cuando lo asesinaron. Casado y padre de dos hijos. José Ignacio, fue elegido por la ciudadanía como concejal del PP en mayo del año 1995».

En la declaración se citó, como ya se dijo en el pleno extraordinario celebrado el mismo día del atentado, que José Ignacio «era una persona, leal, que unido a su juventud y jovialidad había logrado una gran simpatía del resto de concejales» Y añadió que, «además de trabajador, era una persona buena».

El texto leído por el alcalde dejó claro que Iruretagoiena «nunca debió ser asesinado. Nunca debió ocurrir este atentado, ni ningún otro. No hay justificación. Fue radicalmente injusto. Ni una causa política, ni ninguna otra certeza deben situarse por encima del valor de los derechos humanos, la persona y la vida». Al tributo consistorial asistieron cuatro exalcaldes de Zarautz; el viceconsejero de Derechos Humanos, Memoria y Cooperación, José Antonio Rodríguez Ranz; el director foral de Derechos Humanos, Jon Gambra; la directora de Gogora, Aintzane Ezenarro; los diputados del PSE José Ignacio Asensio y Rafaela Romero, o el edil popular de Donostia, Jorge Mota, entre otros.