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Una veintena de venezolanos en Bilbao han pedido este miércoles la liberación de José María Basoa Valdovinos y Andrés Martínez Adasme, los dos jóvenes bilbaínos detenidos en Venezuela. Frente al Consulado del país caribeño en la plaza Venezuela de Abando, han protagonizado una sonora cacerolada en la que otra de las reivindicaciones ha sido la «libertad de los presos políticos encarcelados por la dictadura bolivariana» y el reconocimiento de Edmundo González como ganador de las elecciones.
Pedro Gil, portavoz de la Plataforma 'Venezolanos en Bilbao' que ha convocado la protesta, ha exigido la excarcelación de los 16 españoles «detenidos arbitrariamente por la dictadura», además de los dos vecinos de la capital vizcaína, y los más de 2.000 compatriotas que han sido encarcelados por las protestas tras las elecciones del 28 de julio. Ha insistido en que la cónsul venezolana en Bilbao, Glena del Valle Cabello, hermana del número dos de Nicolás Maduro Diosdado Cabello, puede conseguir la liberación de Basoa y Martínez «con una sola llamada a su hermano», por lo que ruega que interceda por los dos bilbaínos.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha denunciado que el arresto en Venezuela de los dos jóvenes bilbaínos es «injusto» y que «seguimos en estos momentos sin tener confirmación ni de la identidad ni del sitio de localización ni de los cargos» contra ellos. Aunque el jefe de la diplomacia española ha evitado calificar de «dictadura» al Gobierno venezolano.
Nicolás Maduro, en declaraciones en su programa de televisión, ha acusado de un delito «terrorismo» a los dos detenidos, todo ello sin aportar ninguna prueba. Frente a la postura oficial de España y las de los familiares de ambos, que defienden que se encontraban en Venezuela como simples turistas, el líder bolivariano incluso ha llegado a bromear con los cargos que se imputan a ambos jóvenes alegando que en «su tiempo libre ponen bombas». «Es un nuevo tipo de turismo, turismo de aventura. Vienen a poner bombas y matar gente aquí. Turismo explosivo», ha ironizado.
Y es que Caracas vincula a Basoa y Martínez con un plan de la CIA para asesinar a dirigentes políticos venezolanos, y ha vuelto a asegurar que son agentes «encubiertos» del Centro Nacional de Inteligencia español (CNI). Algo que el Gobierno de Pedro Sánchez ha vuelto a negar tajantemente.
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