E. C.

Las vacaciones de Pedro Sánchez en Marruecos: de paseo por Marrakech

El presidente en funciones, de viaje «privado» y a su cuenta, elige el país cuyo giro sobre él le ha granjeado un rechazo generalizado

Lourdes Pérez

Miércoles, 2 de agosto 2023, 12:58

Las vacaciones estivales de Pedro Sánchez, al que hasta este lunes se presuponía descansando en la residencia de La Mareta en Lanzarote pero que desde el martes está disfrutando de uno días de descanso en Marruecos para sorpresa general, se ha convertido en un significativo ... asunto de la política nacional dado el endiablado panorama que han dejado los resultados de las elecciones generales del 23 de julio. Si ya se había mostrado crítico con la posibilidad de que el presidente del Gobierno en funciones optara por tomarse unas jornadas de asueto cuando su líder, Alberto Núñez Feijóo, le está reclamando, sin éxito, una reunión urgente para encarar la investidura, el PP ha encontrado en la controvertida elección del país magrebí un factor añadido para utilizar el descanso de Sánchez como un ariete.

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El giro histórico en la política exterior del Ejecutivo, que llevó hace año y medio a asumir la posición de Rabat sobre un discutido estatus de autonomía para los saharauis a cambio de restablecer y reforzar las relaciones con el país vecino tras la crisis por el acogimiento secreto en España del dirigente del Frente Polisario Brahim Ghali para ofrecerle tratamiento médico, provocó que todo el arco parlamentario, desde Unidas Podemos -incluida Yolanda Díaz- al resto de los socios de Sánchez pasando por la oposición, censuraran el viraje en un asunto clave para la diplomacia nacional. Las sospechas posteriores, nunca ni aclaradas ni despejadas, sobre la responsabilidad de los servicios de inteligencia marroquíes en el robo de datos de los móviles, infiltrados ilegalmente con Pegasus, del presidente y los ministros Fernando Grande-Marlaska (Interior), Margarita Robles (Defensa) y Luis Planas (Agricultura) solo contribuyeron a agudizar los recelos sobre los renovados lazos de la Moncloa con el reino de Mohamed VI.

Con la investigación en la Audiencia Nacional sobre el espionaje paralizada por la falta de colaboración de Israel -la empresa que 'comercializa' Pegasus, teóricamente solo a gobiernos, está radicada allí-, este es el pantanoso contexto que rodea la decisión de Sánchez de encaminar sus vacaciones a Marruecos. Y el hecho que se haya inclinado por un destino que presenta tantas aristas -aunque el viaje con su familia sea de carácter «privado», sin agenda oficial y, en consecuencia, a costa de los recursos propios del líder socialista, como subraya la Moncloa- ha recargado la munición política de un PP dispuesto a confrontar la disponibilidad de Feijóo a seguir «trabajando» por una investidura que él tiene poco menos que imposible ante la falta de apoyos con la postura de su rival de coger aire unos días enfriando así las complicadas negociaciones que deberá afrontar para ganarse, singularmente, el apoyo de Junts.

El desplazamiento de Sánchez a Marruecos, destapado ayer por la prensa marroquí, ha sido interpretado hoy por el vicesecretario de Organización del PP, Miguel Tellado, ha considerado este miércoles una «clara provocación» el viaje del jefe del Gobierno en funciones y un ejercicio de «soberbia». El dirigente del PP ha cogido el pie del viaje para incidir en la línea argumental a la que se aferran Feijóo y los suyos frente al intento de su adversario de parar el balón de la investidura: que debe de dejar de poner «kilómetros de por medio», asumir su «derrota», aceptar la inconveniencia de perseverar en sus alianzas con los independentistas y reunirse cuanto antes con quien ganó las elecciones reivindicando su legitimidad para intentar formar gobierno. Con todo, ha sido la número dos del partido, Cuca Gamarra, quien se ha apoyado en los datos de empleo conocidos hoy -con récord de afiliados a la Seguridad Social pero con ralentización en el mercado laboral- para reprochar que Sánchez se haya cogido vacaciones cuando, a su juicio, la economía no va «como una moto» sino «hacia el acantilado».

Tras la polémica que suscitó la convocatoria anticipada de los comicios en una fecha inédita, ya avanzado el verano y con millones de españoles de vacaciones, y una vez salvado contra pronóstico el horizonte derrotista que se le auguraba, Sánchez decidió poner sordina a las negociaciones para la incierta investidura; al menos hasta el primer 'round' de la nueva legislatura, el 17 de agosto, con la constitución del Congreso.

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Todo apuntaba a que en consonancia con su implícito mandato, el líder del PSOE había comenzado su descanso eligiendo La Mareta, en Lanzarote, como en otras ocasiones a lo largo de su mandato. Cuca Gamarra llegó a censurarle el lunes, tras negarse Sánchez a acelerar el encuentro Feijóo que éste le requirió por carta, que se hubiera ido a descansar a costa de la ciudadanía en medio del pulso por la investidura.

Pero no, el jefe del Ejecutivo no se había marchado, según precisaron entonces los socialistas. Sánchez grabó a las 9.30 de la mañana en la sede de su partido en Ferraz un vídeo para dejar claro que no contempla otra opción que la de obtener la mayoría que necesita y proseguir en la Moncloa. Sus vacaciones se habían rodeado así de una suerte de misterio hasta que los medios marroquíes informaron este martes de que se encuentra en su país.

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