olatz barriuso
Lunes, 2 de noviembre 2020, 12:04
El lehendakari Iñigo Urkullu reconoció este lunes que no ha leído 'Patria', la afamada obra literaria de Fernando Aramburu sobre dos familias vascas marcadas por el terrorismo de ETA, ni tampoco ha visto la serie de Aitor Gabilondo basada en el libro, que ... ha estado entre los más vendidos en España desde su publicación en 2016. «No, ni he leído ni he visto 'Patria'», admitió al ser preguntado directamente por el asunto en 'Radio Euskadi'.
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En la misma entrevista, Urkullu aprovechó para recordar que fue él quien entregó el premio Euskadi de Literatura a su autor. Aramburu recibió el galardón, concedido por el Gobierno vasco, de manos del lehendakari y el consejero de Cultura, Bingen Zupiria, en 2017. El jurado valoró la «ambición y exhaustividad» con la que 'Patria' retrata «la sociedad vasca de los últimos cuarenta años» y destacó cómo la literatura «de calidad» puede ayudar «a comprender mejor la historia».
La obra ha cobrado relevancia política en las últimas semanas, no solo por su contenido, sino también por la identificación que gran parte de las víctimas del terrorismo ha sentido al ver la serie y por las críticas frontales de destacados dirigentes de Sortu. Joseba Permach y Pernando Barrena arremetieron contra 'Patria' con el argumento de que asumía «el relato de los torturadores». Precisamente, en el último capítulo emitido aparecen escenas de torturas en el cuartel de Intxaurrondo. «'Patria' no es el relato, es el relato de una de las partes: la del constitucionalismo español, la gran patronal, los parapoliciales, los tribunales de excepción, los torturadores...», argumentó Barrena. El eurodiputado de la izquierda abertzale no se quedó ahí. Cargó directamente contra Aramburu al señalar que la novela esta escrita por un autor que «vivía en Alemania». Nacido en 1959 en San Sebastián, el escritor no se trasladó a Alemania hasta 1985 y siempre ha estado vinculado a Euskadi.
Preguntado asimismo por la eclosión de películas, documentales y de ficción sobre ETA, el lehendakari destacó el «esfuerzo continuado» del Gobierno vasco por fomentar una «memoria crítica» en Euskadi y subrayó que «no se puede pasar página como si nada hubiera pasado». Urkullu lamentó el alto porcentaje de jóvenes que, según una reciente encuesta, no saben quién fue Miguel Ángel Blanco. «Vivimos a tal velocidad que lo de ayer es como si fuera antes de ayer», aseveró, convencido de que los medios elegidos por la juventud para informarse dificultan el conocimiento de la historia reciente.
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También se pronunció sobre el expárroco de Lemoa, Mikel Azpeitia, apartado de sus funciones por la diócesis vizcaína tras relativizar el terrorismo de ETA en la cinta de Iñaki Arteta 'Bajo el silencio'. El religioso se refiere a la violencia etarra en el documental como «respuesta a una represión» y «guerra entre bandos», lo que a muchos les ha hecho recordar, por cierto, al cura de 'Patria'. Preguntado por su opinión como cristiano, Urkullu consideró «absolutamente incomprensible» que «desde un ejercicio pastoral se pueda llegar a este tipo de expresiones». «O las circunstancias le han superado o no se cuáles han sido las razones, pero es absolutamente incomprensible».
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