Urkullu reivindica su legado: «Hemos fortalecido la libertad, la convivencia y la identidad de Euskadi»

Urkullu ha recibido de manos de la presidenta de las Juntas un retoño del Árbol de Gernika, un joven ejemplar de unos cinco años, descendiente del roble y «símbolo de paz, libertad y democracia», según ha informado la institución. Otadui ha recordado el trabajo «constante» del lehendakari para que ese símbolo sea «respetado y valorado» en todo el mundo -en lugares tan simbólicos como el campo de concentración de Auschwitz, o Estrasburgo, sede de las instituciones europeas- y ha elogiado su desempeño del cargo «con humildad y trato igualitario» y dando prioridad a «los acuerdos entre diferentes».

Urkullu ha mencionado igualmente la dedicatoria bajo la que estampó su firma aquel 15 de diciembre de hace doce años, cuando se comprometió a trabajar«con humildad y determinación por una Euskadi de progreso, en paz y libertad por sí misma en Europa y en el resto del mundo». El todavía lehendakari ha querido destacar las tres dimensiones que, a su juicio, han dado sentido a sus tres mandatos consecutivos: la persona como «centro de la acción política» y el compromiso «con la dignidad humana y los derechos humanos fundamentales», atendiendo especialmente «a los más vulneables»; «el bien común», articulado a través del desarrollo humano sostenible y la colaboración público-privada; y el «reconocimiento internacional y la proyección al mundo de nuestro autogobierno singular y asentado en los derechos históricos de los territorios forales».