Urkullu pide «no olvidar» la «crueldad» de ETA: «Había gente que decidía quién vivía y quién no»

El todavía lehendakari, Iñigo Urkullu, siempre ha hecho hincapié en la necesidad de mantener viva la memoria reciente del País Vasco. Y lo volvió a hacer este domingo en Arkaute durante el acto solemne de entrega de condecoraciones y felicitaciones por la labor policial a quienes, durante 2023, protagonizaron actos meritorios. El evento también sirvió de homenaje y recuerdo a los agentes fallecidos en acto de servicio y a los asesinados por ETA.

Entre los ertzainas caídos resaltan quince nombres cuya pérdida fue especialmente dolorosa. Quince personas, miembros de un cuerpo «nacido del y para el pueblo vasco», como se recordó ayer, asesinadas entre 1985 y 2001 por la sinrazón y la «crueldad» de la banda terrorista: Carlos Díaz Arcocha, Genaro García de Andoain Larrinaga, Juan José Pacheco Cano, Luis Hortelano García, Alfonso Mentxaka Lejona, Joseba Goikoetxea Asla, José Luis González Villanueva, Iñaki Mendiluze Etxeberria, Ramón Doral Trabadelo, José María Aguirre Larraona, Jorge Díez Elorza, Mikel Uribe Aurkia, Iñaki Totorika Vega, Javier Mijangos Martínez de Bujo, y Ana Isabel Arostegui Legarreta.

A ellos y sus familias dedicó Urkullu sus más sentidas palabras y se guardó un minuto de silencio en su honor. El lehendakari y el consejero de Seguridad en funciones, Josu Erkoreka, realizaron una ofrenda con dos txapelas rojas ante el monolito con los nombres de estos ertzainas grabados. «Este homenaje es un compromiso permanente del Gobierno vasco y la Ertzaintza con las personas que dieron su vida por nuestro país», señaló Urkullu durante su intervención. También quiso destacar que quien venció a ETA fue «la sociedad vasca por medio de la democracia». «En aquellos días, los ertzainas que tomaron la decisión de garantizar nuestra seguridad fueron, entre otros, quienes se colocaron en primera fila».

El evento fue no sólo un ejercicio de memoria, sino también un acto «para celebrar». Se hizo entrega de 16 medallas y se felicitó a agentes «referentes» que han ejercido la profesión «de manera ejemplar» en el último año.

«Sois un ejemplo de profesionalidad, compromiso y respeto que honra a nuestra institución», les trasladó Urkullu. «La seguridad es uno de nuestros bienes más preciados. Un entorno seguro, unas calles seguras, son indispensables para poder desarrollar nuestra vida con tranquilidad», manifestó. Por ello, recordó a los agentes que su «misión» es «velar por nuestra seguridad y protección». «Es la tarea que os ha encomendado la ciudadanía vasca. Os debéis a este servicio, a esta responsabilidad social», subrayó.

El de este domingo fue el último acto de la Ertzaintza que preside Urkullu como jefe del Ejecutivo autonómico tras doce años, ya que el próximo día 20 Imanol Pradales será investido lehendakari. Por eso cobró, aun si cabe, más relevancia.

Urkullu ha reivindicado siempre la Ertzaintza como una institución clave del autogobierno, pese a que en la última legislatura ha provocado no pocos dolores de cabeza a su Gabinete. Los conflictos laborales han sido una constante, lo que motivó la aparición de un sindicato alternativo, 'Ertzainas en lucha', que incluso amenazó con poner en jaque el operativo policial durante el Tour de Francia. La Policía autonómica ha sido, además, un arma arrojadiza constante y motivo de enfrentamiento entre el PNV y la izquierda abertzale, que exige un cambio en el «modelo policial».

Sin embargo, según el sondeo previo a las elecciones elaborado por Ikerfel para EL CORREO, el 75% de la sociedad vasca respalda la gestión del Gobierno en materia de seguridad ciudadana. «La sociedad vasca siempre tuvo muy claro que quería depositar la garantía de sus seguridad en un cuerpo policial propio», celebró ayer Urkullu.