![Urkullu defiende «el compromiso de la inmensa mayoría de la sociedad frente al terrorismo»](https://s3.ppllstatics.com/elcorreo/www/multimedia/202111/10/media/cortadas/urkullu-dia-memoria-kLf-R5ht6tMEMoOMfZyvopp1XTL-1248x770@El%20Correo.jpg)
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Que un territorio tan pequeño como Euskadi consagre el 10 de noviembre a las víctimas del terrorismo y que los homenajes sean muchos y variados es quizá una fotografía que habla por sí sola. Seis décadas de violencia han dejado huellas. El Día de la ... Memoria empezó en el Parlamento vasco, donde se realizó una ofrenda floral y se guardaron dos minutos de silencio por las víctimas del terrorismo y las de abusos policiales. Hasta que no se incluyó a las segundas no participaba EH Bildu, y desde entonces, no lo hace el PP. Acudió la presidenta del Parlamento, Bakartxo Tejeria; el lehendakari, Iñigo Urkullu; la vicelehendakari Idoia Mendia, varios consejeros y representantes de todos los grupos salvo PP+Cs y Vox, que optaron por celebrar homenajes propios, disconformes con «la equiparación» de diferentes violencias. Sí estuvieron presentes la portavoz Maddalen Iriarte y otros parlamentarios de EH Bildu, que luego se sumaron a una concentración organizada por Etxerat frente a la Cámara y entregaron unas flores a los familiares de presos de ETA. Permaneció encendido todo el día el pebetero a las víctimas situado junto al monolito.
La celebración del 10 de noviembre, el único día del calendario en el que ETA no cometió atentados mortales, continuó en San Sebastián dos horas después, con la ausencia del PP y Vox. El Gobierno vasco y el Instituto Gogora organizaron en el salón del trono de la Diputación un tributo a los movimientos pacifistas. El lehendakari destacó «el compromiso cívico de una inmensa mayoría de la sociedad vasca frente al terrorismo y en favor de la paz, la libertad y la convivencia». A su juicio, «una parte minoritaria de la sociedad vasca justificó, amparó y dotó de base social a la estrategia de la violencia». Para Urkullu, «no se trata de reescribir ni de dulcificar la historia, pero hay que poner en valor lo que sí hicimos». El acto de Gogora quería ser un agradecimiento «al compromiso cívico de quienes, aún en las peores circunstancias, se esforzaron por defender una convivencia democrática y una sociedad basada en la defensa de los derechos humanos y la paz».
El lehendakari se remontó al 28 de junio de 1978, cuando un grupo de portugalujos pidió «paz y libertad» con una pancarta en donde se mostraban «hartos de violencia y asesinatos» y aludió a otros hitos, como «la manifestación con más de 100.000 personas en 1981» y el manifiesto de los 33 intelectuales que hicieron pública su oposición a ETA en 1980. «Gracias a las miles de personas que hicieron pequeños gestos. Alzando la voz con su silencio, portando el lazo azul, recogiendo firmas», ejemplificó. «Sin vuestro coraje y determinación el camino hacia el final hubiera sido distinto». La diputada foral guipuzcoana Eider Mendoza -que sustituyó a Markel Olano, contagiado de covid- opinó que «fue la sociedad vasca la verdadera protagonista del final de ETA porque le dio la espalda».
La vicelehendakari Mendia defendió que «reconocer todos unidos a todas las víctimas iguales en su sufrimiento ha sido siempre el objetivo de este Día de La Memoria que impulsamos los socialistas. No hay explicación para el daño injusto, el dolor injusto que causó ETA». El secretario general del PSE, Eneko Andueza, opinó que «debemos compartir unidos que dejamos atrás un futuro oscuro y que hoy es posible construir la convivencia sobre el respeto a la democracia y la pluralidad».
Estuvieron presentes trece víctimas de ETA y se entregó un recuerdo a miembros de movimientos pacifistas, como Fernando Sánchez Aranaz, de Artesanos de la Paz -un grupo de los 80 sin relación con Aiete-; Iñaki García Arrizabalaga, de Asociación por la Paz; Itziar Aspuru, de Gesto por la Paz; Iñaki Arzak, de Elkarri; Bittor Uranga, Asociación Pro Derechos Humanos; Iñaki Ezquerra, del Foro de Ermua; Kepa Korta, del Movimiento por la Paz del Goiherri; José Luis Ortiz de Guinea, de los Claretianos; y Bienvenido Presilla, de Itaka. Aspuru, de Gesto, recordó cómo «nos expusimos al miedo porque la izquierda abertzale nos quería echar de la calle y nos calificaba como enemigos del pueblo vasco» y valoró «que dimos voz a las víctimas». «Hay que incorporar al relato la reacción de la sociedad vasca, que fue decisiva, y hay que reconocer que llegó tarde», aseguró.
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El lehendakari se dirigió directamente «a quienes fuisteis la punta de lanza, el aldabonazo de nuestras conciencias. Sin vuestro coraje y determinación el camino hacia el final hubiera sido distinto». La diputada foral de Gobernanza en Gipuzkoa, Eider Mendoza, sustituyó al diputado general Markel Olano, contagiado de Covid. Mendoza aseguró que «fue la sociedad vasca la verdadera protagonista del final de ETA porque le dio la espalda» y agradeció a los homenajeados que «fuisteis avanzadilla», algo que les costó vivir bajo «las amenazas y la persecución».
Con su intervención de hoy, Urkullu sale al paso de algunas de las críticas expresadas por algunas asociaciones de víctimas, como Covite, que se han distanciado del acto porque consideran que «falsea» el papel jugado por la mayoría de la sociedad vasca, que a su juicio «no se opuso a ETA de forma mayoritaria». El Partido Popular tampoco ha acudido al acto ya que considera que se pretende «equiprar» las diferentes violencias, pero sí lo han hecho el resto de partidos, incluido Bildu, que ha enviado a tres ediles guipuzcoanos pero no los líderes del partido ni caras conocidas. Han estado cuatro consejeros del Gobierno vasco, el socialista Eneko Andueza, los jeltzales Joseba Egibar y junteros de Podemos. El delegado del Gobierno, Denis Itxaso, también asistió. Podemos mantuvo un perfil bajo, con junteros y ediles.
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Acudieron trece víctimas de ETA y representantes de los algunos movimientos pacifistas a los que se homenajeaba hoy, como Fernando Sánchez Aranaz, Daniel Arbulu e Iñaki García, de Artesanos de la Paz, un grupo de los años 80 sin ninguna relación con Aiete. Itziar Aspuru, de Gesto por la Paz; Paul Ríos y Teresa Fagoaba de Elkarri/Lokarri; Iñaki Ezquerra, del Foro de Ermua; José Luis Ortiz de Guinea, de los Claretianos; Bienvenido Presilla y Jon Ander Zarate, de Itaka; Nagore Bilbao, de Askartza. Los homenajeados han recibido un obsequio y se han escuchado sus palabras en vídeo. «Al principio éramos muy pocos pero luego fuimos cientos de miles» en un camino que, todos coincidieron, «fue una andadura muy difícil». Itziar Aspuru, de Gesto por la Paz, recordó «la generosidad de los que conocí en estos 21 años y que nos exponía al miedo porque la izquierda abertzale nos querían echar de la calle y nos calificaba como enemigos del pueblo vasco». También valoró «que conocimos a las víctimas y les dimos voz». «Hay que incorporar al relato la reacción de la sociedad vasca y hay que reconocer que llegó tarde», aseguró Aspuru.
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