UPN y PSN salen en tromba contra Otegi por pedir un «gran estatus» para Euskadi y Navarra

Otegi, en vísperas de que arranque un curso político que tiene como uno de los temas pendientes la reapertura del debate sobre autogobierno en el Parlamento vasco, se mostró convencido de que ha llegado el momento de que esa discusión parta del reconocimiento de que «España es un Estado plurinacional y Euskal Herria es una nación». «Luego tendríamos que definir cuáles son los territorios de Euskal Herria, al menos en términos teóricos e históricos», apuntó en una entrevista en Europa Press.

Otegi recalcó que para EH Bildu son «irrenunciables el derecho a decidir y reconocimiento de la nación vasca», y recordó que en la ponencia de Autogobierno del Parlamento vasco su propuesta planteaba «un modelo de carácter confederal con derecho a decidir».

A partir de ahí, Otegi apostó por un «debate integral». «¿Vamos a tener selecciones nacionales deportivas compitiendo internacionalmente? ¿Vamos a gestionar la Seguridad Social? ¿Vamos a estar dependiendo de la judicatura española para saber si tenemos nuestras competencias blindadas o no?», se preguntó.

Sus palabras provocaron una onda sísmica en Navarra, y tanto UPN como el PSN no tardaron en reaccionar de forma oficial. A través de un comunicado, la presidenta de la formación regionalista, Cristina Ibarrola, le respondió que «deje en paz a Navarra y se olvide de cambiar su estatus para incluirla dentro de una supuesta nación vasca o como sea la forma de definir sus proyectos soberanistas». «Utilizan subterfugios y artimañas dialécticas para ocultar lo que realmente proponen, porque saben que la mayoría de la sociedad navarra rechaza sus postulados, pero al final sacan la patita», zanjó.

Unas críticas que también llegaron desde el PSN. Su portavoz Ramón Alzórriz, a través de otra nota oficial, afirmó que mientras su partido esté al frente del Gobierno «el estatus de Navarra no se toca» y seguirá siendo una comunidad diferenciada dentro de España, con la mirada puesta en Europa y siempre cumpliendo con el marco constitucional».

«Estos debates grandilocuentes no contribuyen a mejorar la vida de las personas y no son los que preocupan a la ciudadanía.Solo favorecen la confrontación entre diferentes y dan aire a los mensajes radicales de división, miedo y confrontación de las derechas», recalcó.