El único consejero vasco que ha prometido su cargo solo en castellano

Dos días después de la jura del nuevo lehendakari en la Casa de Juntas de Gernika, el Palacio de Ajuria Enea ha acogido este martes la toma de posesión del resto de componentes del Gobierno vasco: diez del PNV y cinco del PSE-EE. Con el propio Pradales como maestro de ceremonias y bajo la atenta mirada de Andoni Ortuzar, Eneko Andueza y los miembros de la Mesa del Parlamento, todos ellos han prometido «cumplir fiel y lealmente, de acuerdo con la ley, las obligaciones del cargo» que asumen «al servicio de Euskadi». Todos lo han hecho en los dos idiomas oficiales, excepto Alberto Martínez, responsable de la cartera de Salud, que sólo ha usado el castellano.

En su posterior comparencia ante los medios de comunicación, tras saludar con un 'Egun on, guztioi', lo primero que hizo fue reconocer su desconocimiento de la lengua vasca: «Voy a hablar en castellano, a lo largo del tiempo se darán cuenta de que tengo muchas carencias, la primera de ellas es que no sé euskera».

El anestesista Alberto Martínez Ruiz (Trapagaran, 1964) es un hombre acostumbrado a trabajar y a apoyarse en su equipo. Dialogante, inquieto, atento a los últimos avances sanitarios a nivel mundial y con una dilatada trayectoria profesional, durante su carrera ha ejercido en varios hospitales de Osakidetza. Licenciado en Medicina por la UPV/EHU, ha sido jefe de servicio en el hospital de Cruces desde 2001.

Allí ha coordinado al equipo más numeroso de todo el centro, formado por más de un centenar de especialistas, con unos altísimos niveles de calidad. Prueba de ello es que este servicio ha sido reconocido hasta en tres ocasiones como el mejor de toda España por los prestigiosos premios Best in Class.

Osakidetza se ha convertido en una de las principales preocupaciones, tanto de la sociedad vasca como del Gobierno. El equipo de Pradales tiene entre sus objetivos «mejorar la calidad y recuperar el prestigio» del Servicio de Salud. Durante estos años Martínez tendrá que abordar desafíos como la carencia de médicos en la Atención Primaria o la reducción de las listas de espera. Experiencia en primera línea para afrontar problemas del día a día o circunstancias excepcionales no le falta en el mayor hospital de Bizkaia.

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