«La televisión va a ser importante en el relato sobre ETA»

- ¿Qué se encontraron las víctimas en la televisión en los 'años de plomo'?

- Prácticamente nada. Las televisiones estaban más centradas en la ficción o en temáticas más costumbristas de la época. Se aborda la Guerra Civil, pero la historia reciente se queda al margen porque es algo más peliagudo. No se atreven a tratar el tema de ETA más allá de los informativos. Hay una interrelación entre la televisión y la propia sociedad, que había dejado a las víctimas en un segundo plano. Nadie se imaginaba una serie sobre ETA en los ochenta. El cine fue diferente, pero también hay que tener en cuenta que hablamos de otros canales de producción y otra audiencia, que no es la gente sentada en el salón de su casa.

Si en la Transición las series más exitosas fueron 'Curro Jiménez' y 'Verano azul', en los ochenta y noventa llegaría el turno de 'Brigada central', 'Médico de Familia' y 'Goenkale' -esta última se alargó hasta 2015-. Todas ellas más centradas en el entretenimiento, ninguna abordó la sinrazón del terrorismo. Dos son considerados en el libro como «acercamientos pioneros». El primero al que se hace mención es el documental 'Yoyes' (1988), de Documentos tv, que recordaba la militancia de Dolores González Katarain en ETA y cómo sus compañeros de filas acabaron por asesinarla en su pueblo natal, mientras paseaba con su hijo de tres años. Otro caso especial fue el del docudrama para ETB 'Los senderos de la violencia' (1993). Inspirado en un libro del antropólogo Joseba Zulaika, tomaba el pequeño pueblo de Itziar como espacio simbólico para explicar las raíces de la violencia en Euskadi.

- ¿Cuándo empieza de verdad a notarse un cambio?

- A finales de los noventa. El secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco es un revulsivo. Lo es a nivel social y también televisivo. Pero el cambio se percibe sobre todo en el 99 y 2000. Empiezan a producirse más documentales y las víctimas, con sus testimonios, están muy presentes. La visión de ETA ya no es autocomplaciente, es más crítica, más ética.

'Testigo de cargo. La historia de ETA y sus víctimas en la televisión' repasa cómo se ha contado la trayectoria de la banda terrorista en documentales históricos de TVE ('La Transición'), de ETB ('Todavía ayer') y de Telemadrid ( 'Víctimas: la historia de ETA'); pero también en series de éxito como 'Cuéntame cómo pasó' -se afrontan cuestiones como la extorsión y atentados especialmente simbólicos- o 'Los hombres de Paco', así como en películas para televisión como 'Santuario', 'El precio de la libertad' o 'El asesinato de Carrero Blanco'.

- ¿Existen diferencias entre cómo afrontaron esta temática las televisiones públicas y las privadas?

- No demasiada. Lo que sí hay es matices dentro de las propias públicas dependiendo de qué partido político esté en el Gobierno de turno. La producción de ETB no fue igual con el PNV que con Patxi López. Y otro ejemplo muy claro: El telefilme 'El precio de la libertad', sobre Mario Onaindia, empezó a gestarse durante el Gobierno socialista -última época de José Luis Rodríguez Zapatero-, pero cuando llegó el PP, Mariano Rajoy se negó a emitirlo. ETB lo estrenó sin problemas en 2011, pero en TVE no se emitió (en la 2) hasta diciembre del pasado año, ya con Pedro Sánchez en La Moncloa.

Frente a la media docena de producciones sobre ETA y sus víctimas que se emitieron entre 1975 y 1999, destaca el repunte que vino después: Alrededor de 34 obras llegaron a la televisión en las dos décadas siguientes, de las que más de una docena vieron la luz una vez que en 2011 ETA declarara el cese definitivo de su actividad armada.

- En la actualidad la oferta audiovisual que aborda la temática de ETA se ha multiplicado con creces.

- El final de ETA lo ha permitido. Existe un 'boom' en televisión desde que se publicara la novela 'Patria'. No solo de material documental, sino también para la ficción. Plataformas como Netflix y Amazon también se han dado cuenta. La televisión va a ser importante en la construcción del relato. Puede haber gente que quiera olvidar o que prefiera no hablar del tema, pero hay mucha otra que quiere que se cuente lo ocurrido.