El líder del PNV en Álava reconoce que el 'caso De Miguel' es «doloroso» para el partido, pero insiste: «eran asuntos particulares»

El dirigente de la formación en Álava ha esgrimido los mismos argumentos que emplean los jeltzales en los últimos días. En este sentido, sostiene que «había miembros del partido en esta situación», en referencia al cobro ilegal de comisiones, y que ha quedado claro que el PNV no aparecía «ni como beneficiario ni como actor» en la que está considerada la mayor trama de corrupción en Euskadi. En este contexto, Suso ha reconocido que se trata de un caso «doloroso para el partido», que se ha prolongado durante trece años. Y ha puesto en valor la respuesta inicial del PNV al conocerse las primeras detenciones. «Esa reacción inmediata era imposible de ver en la política en aquellos tiempos. El partido tomó las decisiones, pero en un proceso que dura 13 años, ese dolor nos influye», ha añadido.

Preguntado en Radio Vitoria por el silencio de Iñaki Gerenabarrena, que fue su precedesor en el cargo y presidente del ABB cuando sucedieron los hechos, ha manifestado que éste no tiene que dar explicaciones, ya que en todo el procedimiento judicial «no ha aparecido en ningún momento él ni el presidente de la formación», ha apostillado. «El partido no aparece como beneficiario ni como actor», ha insistido. En este punto, Suso ha señalado que él, como actual dirigente del PNV alavés, sí ha pedido disculpas a la sociedad -emulando a Iñigo Urkullu y Andoni Ortuzar- por el hecho de que unos «asuntos particulares» de antiguos miembros del partido hayan sido condenados. «Pedí perdón por estos comportamientos que van en contra de la ética que defendemos en este partido», ha recalcado.

A este respecto, Suso considera que los ciudadanos han «valorado» la respuesta ofrecida por su partido al caso. «La sentencia se produjo en 2019 y ha habido muchas elecciones entre medio. Entiendo que en trece años ha habido momentos para que la ciudadanía de alguna manera decidiera si debería penalizar al PNV», ha zanjado.