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El euskera y su desarrollo normativo entran de lleno en la precampaña para las autonómicas vascas. Un tema de alto voltaje en Euskadi que ayer abrió un frente entre el Gobierno vasco, PNV y EH Bildu con PP y Vox. De trasfondo, la aprobación en ... noviembre por parte del Ejecutivo autónomo de un decreto para desarrollar parte de la Ley de Instituciones Locales que, en la práctica, deja en manos de los ayuntamientos la decisión de elegir si usa el castellano o el euskera -o ambos- en sus relaciones internas y con los ciudadanos.
Una normativa que los populares vascos consideran que «pisotea» el derecho a comunicarse en cualquiera de las dos lenguas oficiales y que, por tanto, han decidido recurrir ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV). Vox decidió ayer sumarse a los de Alfonso Alonso al entender que supone un «atropello lingüístico para los castellanoparlantes». «El Gobierno vasco asume los postulados racistas de EH Bildu con una medida discriminatoria que trata de dividir a la ciudadanía entre vascos de primera y de segunda categoría», denunció la secretaria general del grupo parlamentario, Macarena Olona, que durante años fue abogada del Estado en el País Vasco y protagonizó sonados choques judiciales con Lakua.
Vox, además, anunció que llevará ante el Constitucional la ley que da cobertura al decreto para tratar de 'tumbarla' para que no entre en vigor en su totalidad. «No vamos a tolerar el odio hacia la nación española», afirmó.
Críticas de los jeltzales
El PP vasco ya adelantó en noviembre que haría «todo lo posible para parar» el decreto, y el recurso ante el TSJPV responde a esa decisión. En el partido argumentan que una sentencia del Constitucional contra el Estatuto catalán destacaba que las administraciones «no pueden tener preferencia por ninguna de las dos lenguas oficiales», lo que podría aplicarse para anular el decreto vasco.
De esta manera, el decreto del euskera queda en manos de la justicia, que será la que finalmente determine si vulnera o no alguno de los derechos de los ciudadanos. Pero en paralelo a esa vía discurrirá la confrontación política por este tema, que a escasos meses para las elecciones amenaza con convertirse en uno de los focos de enfrentamiento.
La prueba llegó ayer mismo. PNV y EH Bildu cargaron contra PP y Vox, así como el Gobierno vasco, que por boca de su portavoz, Josu Erkoreka, defendió la «legalidad y constitucionalidad» del decreto y reclamó a los populares que «dejen de hacer seguidismo» de la extrema derecha.
Los jeltzales emplearon similares argumentos para mostrar su «más absoluto rechazo» ante unos recursos que suponen un «ataque inaceptable al euskera y sólo buscan la confrontación». «Vox lanza mensajes intencionadamente falsos para generar polémica y el PP les acompaña en esta deriva», lamentó el PNV en un comunicado.
EH Bildu también arremetió con dureza y acusó a las dos formaciones de «saber bien que atacando al euskera están atacando a Euskal Herria». «Saben dónde golpean: en el idioma, en la cultura y, en definitiva, en nuestra competencia y capacidad para gobernarnos», aseguró la parlamentaria abertzale Rebeka Ubera.
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