La subdelegada del Gobierno en Málaga, primera mujer al frente de la Guardia Civil

Grande Marlaska está conformando un equipo a su medida tras haber mantenido diferencias con el propio Azón y quien fuera su secretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella, también destituida. Para dirigir la Guardia Civil quería a una mujer y se fijó en María Gámez, cuyo nombre tuvo que consensuar con la ministra de Defensa, Margarita Robles, ya que la Guardia Civil es un cuerpo de naturaleza militar que realiza funciones policiales.

Las fuentes consultadas explicaron que el ministro tiene una buena sintonía con Gámez y valora su «buena gestión» al frente de la Subdelegación en Málaga, especialmente durante el proceso de rescate del pequeño Julen Roselló del pozo al que cayó hace ahora un año, despliegue que ella coordinó y en el que se involucró muy personalmente.

Una tragedia que le dio gran proyección mediática –a raíz de este caso la conoció Marlaska– y estrechó su vinculación con la Guardia Civil, dos factores que han sido claves en la decisión del ministro de apostar por la política andaluza. De hecho, su elección no disgusta en el cuerpo, con cuyos mandos en Málaga y en el resto de Andalucía ha mantenido estos meses excelentes relaciones. La elegida no quiso hacer declaraciones públicas ayer, aunque según fuentes de su entorno está «contenta» por la confianza recibida.

La herencia más 'envenenada' que recibirá de su antecesor, Félix Azón, son las malas relaciones de este con las organizaciones que representan a los 85.000 guardias civiles, un colectivo que sigue sintiéndose muy maltratado económicamente. En Interior confían en que la experiencia de Gámez como asesora de relaciones Laborales en la Junta de Andalucía y su formación en la dirección de empresas le ayuden a apaciguar las aguas.

La que será desde hoy primera directora de la Guardia Civil ya marcó otro hito en junio de 2018, tras la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa, al convertirse en la primera mujer en hacerse cargo de la Subdelegación del Gobierno en Málaga. De esta forma regresaba María Gámez a la primera línea política, que había abandonado en agosto de 2016 al anunciar su dimisión como portavoz de PSOE en el Ayuntamiento de la capital –donde fue en dos ocasiones candidata a la Alcaldía– y su adiós a la política. Tras doce años en cargos públicos en la administración autonómica y local, se incorporaba a su puesto de trabajo como funcionaria del grupo A de la Junta de Andalucía, que dejó de nuevo tras su nombramiento como subdelegada en Málaga.

Uno de sus valedores es el diputado Ignacio López, cabeza visible del sanchismo malagueño, quien saludó su nombramiento con un mensaje en Twitter donde destacó que la Guardia Civil tendrá al frente «a lo mejor, la inteligencia, el compromiso y la solvencia» de Gámez, que también ha sido vocal de la Ejecutiva federal del PSOE y presidenta del partido en Málaga. Aunque no fue de las sanchistas más activas en la primarias entre Pedro Sánchez y Susana Díaz por el liderazgo del PSOE, siempre mostró sus simpatías hacia el hoy jefe del Ejecutivo.