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david guadilla
Viernes, 24 de julio 2020, 00:33
El PSE debate la mejor fórmula para ganar visibilidad en el futuro Gobierno vasco en el caso de que se reedite la coalición que ha funcionado durante los últimos cuatro años. Idoia Mendia admitió ayer que se trata de lo más «lógico» y «razonable» ... , aunque siguió recalcando que no es la única alternativa posible y que las negociaciones que han arrancado esta misma semana pueden derivar en un simple pacto de legislatura. Pero una de las variables que analizan los socialistas vascos si vuelven a convertirse en socios del PNV es el papel de la propia Mendia y su posible entrada como consejera en el Ejecutivo.
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Se trata de una hipótesis que ya se manejó hace cuatro años, cuando jeltzales y socialistas firmaron su primera alianza, y que tampoco es tan sorprendente. Ramón Jáuregui y Patxi López fueron vicelehendakari y lehendakari, respectivamente, cuando ocupaban la Secretaría General del PSE.
Mendia decidió quedarse fuera del Gabinete en 2016. El argumento entonces fue que de esta manera tendría manos libres para dirigir un partido que en ese momento se encontraba en una situación muy delicada. Las elecciones de aquel año y la conformación de la coalición coincidieron en el tiempo con la guerra interna en el PSOE y la salida de Pedro Sánchez tras el famoso 'no es no' a Mariano Rajoy. El peso político del PSE dentro del Gobierno quedó en manos de Iñaki Arriola.
Pero el escenario ahora es muy diferente. La formación está asentada, no hay problemas estructurales y la 'hoja de ruta' interna está definida. Y con ese flanco cubierto hay quien piensa que es la hora de que Mendia entre en el Ejecutivo. Los partidarios de esta tesis creen que de esta forma se ganaría protagonismo político y visibilidad. A pesar de que la explicación dominante es que uno de los principales motivos para haber subido menos de lo esperado ha sido la alta abstención, también existe la sensación de que una vez más no se ha rentabilizado bien la presencia en el Gobierno.
Pero el debate está abierto. Porque hay quien sostiene que la búsqueda de esa visibilidad no tiene que ver con la presencia o no de Mendia. De hecho, hay quien cree que sería mejor mantener la fórmula actual. Una especie de 'bicefalia' al estilo PNV. Con Arriola en un papel más institucional -el consejero de Medio Ambiente y Vivienda no deja de ser el presidente del PSE- y Mendia fuera del Ejecutivo con «las manos más libres» para marcar discurso político. Sobre todo, en cuestiones peliagudas como el autogobierno, donde las diferencias siguen siendo notables. «Lo mismo que Andoni (por Ortuzar) dice lo que quiere como presidente del PNV, creo que es mejor dejar las cosas como están», argumenta un cargo socialista.
La otra pregunta es qué papel ocuparía en caso de dar el paso. El PSE elaboró las listas electorales situando a los actuales consejeros en puestos de salida. De hecho, Arriola, María Jesús San José y Sonia Pérez recogieron ayer sus actas como parlamentarios. Es una fórmula habitual que utilizan todos los partidos para dar visibilidad a quien ha estado al frente de un departamento y a quien se prevé que siga en el mismo. Si vuelve a ser consejero, se devuelve la credencial y corre la lista. O lo que es lo mismo, el plan original del PSE parecía ser repetir el mismo triunvirato que ha estado estos cuatro años en el Ejecutivo.
Ahora hay más incógnitas. Se ve casi imposible contar con una consejería más, con lo cual alguno de los otros tres tendría que salir. Hay quien pone el foco en Arriola, cuestionado por la gestión de Zaldibar, «pero quien piense que va a dar un paso atrás es que no lo conoce», sostiene un compañero de partido.
Mendia no sería una recién llegada al Gobierno. Durante el mandato de López fue portavoz y responsable de Justicia, una cartera que ahora mismo va unida a la de Trabajo en el Departamento de María Jesús San José. Se trata de una consejería que, sobre el papel, a finales de año ganará mucho peso político al asumir en principio el traspaso de Prisiones acordado por los gobiernos central y vasco. Y todo a la espera del posible ajuste de materias sobre el que trabajarán en los próximos días el PNV y el PSE.
Hay quien va más allá y maneja otra opción. Asumir el cargo que ocuparon Jáuregui y Fernando Buesa en los gobiernos de coalición con Ardanza: vicelehendakari. Pero las probabilidades no son muy altas. Se trata de un puesto que ha dejado de existir en el organigrama del Gobierno vasco desde 2009, cuando lo dejó Idoia Zenarruzabeitia. Urkullu siempre ha evitado nombrar a uno durante los dos mandatos anteriores, pero algunos socialistas subrayan: «Ahora sumamos mayoría absoluta». La negociación acaba de empezar.
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