El PNV reforzaría su poder municipal y foral, según el Sociómetro

El estudio del Gabinete de Prospección Sociológica de Lehendakaritza, realizado entre el 31 de enero y el 6 de febrero con más de 3.000 encuestas telefónicas, viene a ratificar la proyección que hacía en la anterior oleada, la del pasado octubre. Y eso a pesar de que por aquel entonces se desconocía la mayor parte de los cabezas de cartel. Por ejemplo, el PNV aún no había revelado sus novedades (Elixabete Etxanobe, Beatriz Artolazabal y Eider Mendoza). EH Bildu, sin embargo, sí había lanzado ya a su portavoz parlamentaria, Maddalen Iriarte, a la batalla por Gipuzkoa.

La definición de todas las candidaturas apenas ha alterado nada. En Bizkaia, el PNV, con su nueva aspirante a diputada general en detrimento de Unai Rementeria, arrasaría con el 44,6% de los votos, una cota con la que bien podría alcanzar la mayoría absoluta en las Juntas de Gernika, si bien el estudio no realiza una proyección de escaños. En segundo lugar se situaría EH Bildu (22,2%), que es el que más crece en porcentaje respecto a la anterior cita y aumenta su ventaja sobre el tercero, el PSE-EE (15,7%). La más damnificada sería Elkarrekin Podemos-IU (7,3%), que baja más de tres puntos, mientras que el PP (7,2%) experimentaría un ligero incremento.

En Álava, los jeltzales escalarían dos puntos porcentuales hasta alcanzar el 31,5% de las papeletas, mientras que sus compañeros en la Diputación, los socialistas, perderían un punto para quedarse en el 18%. Entre unos y otros se situaría EH Bildu, que con el 22,8% se consolidaría como la principal alternativa al actual Gobierno foral. El PP, que concentra en este territorio su mayor caladero de votantes, se estanca en el 15% que ya firmó hace cuatro años, mientras que Elkarrekin Podemos-IU se dejaría un tercio de los apoyos (6,6%). Vox lucha por hacerse con un apoderado y se queda en el 3,1%.

Gipuzkoa, por su parte, será el territorio más reñido en los comicios forales. El estudio de Lakua sitúa en ventaja al PNV (36,2%) frente a EH Bildu (32,7%). Las planchas de Mendoza e Iriarte estarían separadas por apenas tres puntos y medio frente a los cuatro que distanciaron a Markel Olano y Juan Karlos Izagirre en la anterior cita. El PSE-EE, con un ligero descenso hasta el 16%, tendría la llave para gobernar. La coalición de Podemos y Ezker Anitza bajaría hasta el 7,1% y, finalmente, el PP, con un 4,8%, replicaría los anteriores resultados.

En las capitales, la gran novedad estaría en Bilbao. Con el 45,7% de los votos y 15 concejales, el jeltzale Juan Mari Aburto podría iniciar su tercer mandato sin necesidad de prorrogar su actual acuerdo con los socialistas, liderados por Nora Abete. El PSE-EE, aun así, volvería a ser la segunda fuerza municipal con cinco ediles, los mismos que EH Bildu con María del Río, que ganaría uno. El PP ascendería a la cuarta plaza, pero la plancha de Esther Martínez bajaría de tres a dos actas, el mismo descenso que experimentaría Elkarrekin Podemos-IU con Ana Viñals.

La principal disputa municipal, en todo caso, se centra en Vitoria. Beatriz Artolazabal revalidaría la victoria de Gorka Urtaran con el 24,3% de apoyos y 7 concejales. La misma representación lograría la izquierda abertzale con Rocío Vitero, a pesar de que se sitúa 2,7 puntos por debajo. Tras la polémica por el centro de refugiados, la principal damnificada sería Maider Etxebarria (PSE-EE), que perdería fuelle y se quedaría en 6 actas. Por detrás, Ainhoa Domaica revalidaría los 5 ediles que logró Leticia Comerón, mientras que Elkarrekin Podemos-IU, con Garbiñe Ruiz, bajaría de tres a dos. Con un 4%, Vox estaría a un punto de irrumpir en el Ayuntamiento.

Finalmente, en San Sebastián, Eneko Goia estaría en disposición de lograr la makila por tercera vez. Revalidaría los 10 concejales logrados en 2019, aunque se dejaría un punto porcentual para quedarse en el 34,3% y tendría que seguir recurriendo al PSE-EE, que con Marisol Garmendia replicaría el resultado anterior con cinco actas. El regreso de Juan Karlos Izagirre impulsaría a EH Bildu, que sube de seis a siete gracias a la caída de los morados, liderados por Víctor Lasa, que se quedarían con dos. El PP aguantó con Borja Sémper en tres ediles y volvería a hacerlo ahora con Borja Corominas.