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Los socialistas ultiman un acuerdo de gobierno con Geroa Bai, Podemos y Ezkerra que convertiría a María Chivite en la nueva presidenta de Navarra si a sus 23 votos en el Parlamento foral se uniera la abstención de EH Bildu. Las siete mesas sectoriales ... configuradas por los cuatro grupos negociadores para sentar las bases del programa del eventual Ejecutivo han acelerado en las últimas horas y sus dirigentes hablan ya sin cortapisas de avances «importantes» para la conformación de un Gabinete «progresista». Navarra Suma, la fuerza más votada en las elecciones autonómicas, aún mantiene un hilo de esperanza en un cambio radical de escenario y su última oferta al PSN es conformar un Gobierno de coalición liderado por el regionalista Javier Esparza en el que Chivite sería la vicepresidenta.
Las formaciones inmersas en el calendario negociador han tratado de blindarse esta semana del ruido exterior, sobre todo el que resuena desde Madrid, con el objetivo de que los documentos que pondrán hoy en común estén muy elaborados y con los principios programáticos casi cerrados. UPN, Partido Popular y Ciudadanos trataron de redoblar la presión sobre los socialistas el pasado martes con la atípica firma de una declaración -Albert Rivera evitó la foto conjunta con Pablo Casado- en la que advierten a Pedro Sánchez de que romperán relaciones con el PSOE si permite que Chivite presida Navarra gracias a un «pacto inmoral» con la izquierda abertzale. Esparza se mordió la lengua el día de la espantada de Rivera, pero ayer admitió que le hubiera gustado una fotografía en la que aparecieran él con los líderes del PP y Cs.
Ferraz, titubeante tras el 26-M, y también los socialistas vascos han bendecido los movimientos de Chivite, que se encuentra, según la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, ante una «oportunidad histórica». Las manifestaciones públicas del PSN y sus tres aliados habían sido hasta ahora ponderadas y calculadas por si las conversaciones se torcían. Ayer evitaron la ambigüedad. «Estamos muy contentos de cómo van las cosas, fundamentalmente porque en la propuesta inicial del PSN se recogían muchos puntos del acuerdo programático anterior y sobre todo de lo que ha estado haciendo el Gobierno de Navarra en los últimos cuatro años», declaró a 'Efe' Koldo Martínez, de Geroa Bai, en alusión al anterior Ejecutivo de Uxue Barkos. «El acuerdo en mucho aspectos nos venía caso dado», añadió.
El encuentro de hoy en Pamplona quizás no sea determinante porque la negociación lleva sus ritmos y porque, aunque traten de evitarlo, los partidos de la comunidad foral miran de reojo las fechas de la investidura en Madrid. Pero sí será un punto de inflexión. «Es complejo que se resuelva ya todo mañana (por hoy), pero desde luego sí que puede quedar la tarea bastante avanzada para sanfermines y que a la vuelta se terminen de cerrar los últimos flecos», aseguró Txema Mauleón, de Ezkerra.
María Chivite insiste en que no se negociará con EH Bildu, pero es consciente de que su respaldo pasivo en forma de abstención resulta indispensable para llegar al Palacio Foral. La coalición soberanista ha reclamado una y otra vez tener protagonismo en la conformación del Ejecutivo, pero Arnaldo Otegi allanó el camino cuando dijo que entendía que el PSN no hablara con ellos en público pero que entiende que lo harán en privado.
Koldo Martínez | Geroa Bai «Estamos muy contentos de cómo van las cosas; el acuerdo nos venía casi dado en muchos puntos»
Javier Esparza | Presidente del UPN «Me hubiera gustadoque en la foto de Madrid saliéramos los tres»
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