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iván orio | MIguel villameriel
Lunes, 20 de enero 2020
Los socialistas han anunciado este lunes sendos pactos con la izquierda abertzale en la Comunidad de Navarra y en el Ayuntamiento de Irún con el fin de sacar adelante los Presupuestos de las dos instituciones. El tripartito navarro, integrado por PSN, Geroa Bai y Podemos, ... ha alcanzado un acuerdo que consolida su relación con EH Bildu, que ya permitió con su abstención la investidura de María Chivite. El pacto inédito con la coalición fronteriza ha sido calificado de «excepcional» por el PSE.
La gran prueba de fuego a la que se enfrentaba el tripartido en Navarra
El Gobierno de María Chivite y EH Bildu han alcanzado un principio de acuerdo para sacar adelante los Presupuestos de este ejercicio en Navarra, la primera gran prueba de fuego a la que se enfrentaba el Gabinete tripartito integrado por los socialistas, Geroa Bai y Podemos. La abstención de la coalición soberanista ya resultó determinante para aupar a la presidencia a la dirigente del PSN, quien, en medio de una tormenta política, siempre ha sostenido que aquel voto no estuvo precedido de una negociación. Sí ha habido conversaciones entre ambas partes sobre el contenido de las Cuentas, fundamentales para la estabilidad de cualquier Ejecutivo. Han sido varias semanas de contactos permanentes que han fructificado en un pacto que vuelve a demostrar que Chivite sólo podrá mirar a la izquierda abertzale si pretende promover proyectos de calado. La puerta de Navarra Suma está cerrada a cal y canto y EH Bildu no ha dudado en fabricarse una llave a medida, la que abre o cierra la gobernabilidad.
Los socialistas navarros y el PSOE han tratado de desligar lo que sucede en la comunidad foral y en el Congreso, pero lo cierto es que el guión es muy parecido, casi idéntico, tanto en el fondo como en las formas y en los tiempos -Ferraz ha dado su visto bueno a todos los movimientos de Chivite-. Así, la abstención de Bildu fue clave en la investidura de la secretaria general del PSN, y también en la de Pedro Sánchez. Y tanto en Pamplona como en Madrid se oficializó la regulación de las relaciones con la formación independentista al hacerse públicas sus reuniones, con luz, taquígrafos y fotografías. El objetivo era dotar de normalidad unos vínculos criticados con dureza por los partidos de centro derecha por la negativa constante de EH Bildu a condenar el terrorismo de ETA.
Desde que llegó al Palacio Foral, la presidenta navarra se ha movido con pies de plomo porque la oposición se reduce a dos coaliciones, la de la izquierda abertzale, y la de UPN, PP y Ciudadanos, que son antagónicas en lo ideológico y en el ámbito social. Después de la primera toma de contacto, el regionalista Javier Esparza ya dejó claro a Chivite que con ellos no contaran. EH Bildu adelantó después de aquel encuentro que se habían producido avances importantes en asuntos relacionados con las políticas públicas. Son esas las bases sobre las que descansará un acuerdo confirmado a última hora de la tarde de ayer por la coalición de Arnaldo Otegi y el Ejecutivo foral casi a la vez.
Queda por ver si la izquierda abertzale se limitará a facilitar los Presupuestos con una abstención o dará un paso más y sumará sus votos a los de PSN, Geroa Bai, Podemos y Ezkerra, el socio externo del tripartito. Ayer emitió un escueto comunicado en el que anunció su compromiso de no presentar una enmienda a la totalidad el proyecto y tirar abajo las que puedan impulsar otras formaciones. Según EH Bildu, el preacuerdo contempla «un incremento del techo de gasto» que va a permitir introducir modificaciones para «mejorar» las Cuentas «desde el punto de vista de la cohesión social, el fortalecimiento de los servicios públicos y los derechos de la ciudadanía».
El Gobierno de Chivite señaló que el consenso surge de la necesidad de «dialogar y acordar propuestas» en una comunidad «tan plural» como la navarra. «Que finalmente pueda haber unos Presupuestos que afronten los retos que tenemos como sociedad es sin duda una buena noticia para los ciudadanos y ciudadanas», añadió. Para Navarra Suma, se ha demostrado que el Ejecutivo «sigue al pie de la letra el guión que Bildu le marcó en la investidura». «Dijeron que no hablarían, luego que no pactarían... Mentían», subrayó.
Pacto inédito en Irún con la izquierda abertzale en el que se puede quedar fuera el PNV
La falta de sintonía del PNV y el PSE en Irún, que se arrastra desde la anterior legislatura, ha acabado derivando en la apertura de una nueva vía de pactos entre las formaciones de izquierdas que tomará forma la próxima semana, cuando el Ayuntamiento, liderado por el socialista José Antonio Santano, apruebe los Presupuestos de 2020 gracias a un acuerdo entre PSE, EH Bildu y Elkarrekin Podemos del que, muy probablemente, quedará fuera el PNV. Una alianza entre las tres formaciones de izquierdas que algunos dirigentes de todas ellas han esbozado en alguna ocasión como una hipótesis de futuro, aunque no había llegado a plasmarse en acuerdos concretos. Irún abre ahora la espita en un momento preelectoral en Euskadi donde todos los partidos ya se preparan para un posible adelanto electoral a mayo o junio, que cada día que pasa cobra más fuerza.
El alejamiento de PNV y PSE en la localidad fronteriza no pone en riesgo la coalición que ambos socios mantienen en el Gobierno vasco, las tres diputaciones forales y muchos ayuntamientos, aunque la apertura de la nueva vía ensayada en Irún puede convertirse en un aviso a navegantes para el PNV.
Fuentes socialistas han aclarado que este acuerdo tiene un carácter «muy local» que no tendría por qué extrapolarse a otros ámbitos institucionales. De hecho, prácticamente descartan que en el corto plazo esa alianza de izquierdas pueda tener visos de prosperar fuera del microclima de Irún, donde el PNV ha decidido hacer una oposición frontal a Santano. Hasta el punto de que su designación como alcalde tras su nuevo triunfo en las elecciones municipales de mayo fue una línea roja que el PSE puso al PNV para renovar su coalición en diputaciones y ayuntamientos. El portavoz jeltzale en Irún, Xabier Iridoy, tuvo que retirar su candidatura en el pleno de constitución del Ayuntamiento ante el riesgo de hacer descarrilar el acuerdo global entre ambos partidos.
El inicio de esta legislatura municipal no ha apaciguado los ánimos en la convulsa relación entre Santano e Iridoy, lo que ha llevado al alcalde irundarra a buscar nuevos socios después de que en junio fracasasen los últimos intentos por alcanzar algún tipo de acuerdo de legislatura con el PNV. Lo más llamativo del acuerdo presupuestario con EH Bildu y Elkarrekin Podemos, que será aprobado la semana que viene en el pleno municipal, es que la coalición soberanista entra de lleno en esa batalla y se posiciona del lado del regidor del PSE, con el que en el pasado ha tenido no pocas tensiones. En el 'sí' de la izquierda abertzale ha pesado la certeza de que esta alianza sienta un precedente que, en el futuro, podría generar dudas en la hegemonía que ha mostrado el PNV en las últimas citas electorales en Euskadi.
La asamblea de EH Bildu del municipio fronterizo ha dado este lunes el visto bueno al acuerdo. «Estoy convencido de que tras las próximas elecciones autonómicas habrá una mayoría abertzale en el Parlamento, aunque el PNV no parece por la labor de sumar mayorías en ese ámbito. Pero también habrá una mayoría de izquierdas, y ante el bloque conservador del PNV, nosotros aspiramos a lidarar una alternativa de izquierdas, por lo que en los próximos años se pueden trabajar muchas hipótesis, afirmó anoche el coordinador general de la coalición, Arnaldo Otegi.
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