Los socialistas entregan hoy Pamplona a Bildu en un ambiente de máxima tensión

Será a mediodía cuando los votos de EH Bildu, PSN, Geroa Bai (la coalición que integra al PNV) y Contigo Zurekin (la marca local de Podemos e IU) convertirán en alcalde al soberanista Joseba Asiron a costa de la regionalista Cristina Ibarrola, que ostenta el bastón de mando desde junio. Nunca antes el voto afirmativo de los socialistas había servido para otorgar poder de tal entidad a una formación que no condena el terrorismo de ETA. Esto era una «línea roja» -según la presidenta navarra y líder del propio PSN, María Chivite- que ahora el socialismo borra un mes después de que Sánchez fuera investido con el 'sí' abertzale.

Un antes y un después, no sólo en la política navarra sino también en la nacional, que ha elevado aún más si cabe el clima de confrontación absoluta. La moción de censura se debatirá dos semanas después de su registro, un periodo en el que UPN y PP, por una parte, y EH Bildu y PSOE, por la otra, se han acusado prácticamente de todo. El enfrentamiento, además, amenaza con extenderse hoy a las calles porque tanto el actor saliente, la formación regionalista, como el entrante, la coalición abertzale, han convocado a sus militantes a sendas concentraciones en la Plaza del Ayuntamiento durante la celebración de la sesión. Eso sí, ambos llaman a no caer en «provocaciones».

Ibarrola pondrá fin a apenas seis meses de mandato al frente de Pamplona. Lo hará «con la cabeza muy alta» y saliendo «por la puerta principal» de la sede consistorial. La representante de UPN protagonizó ayer su último acto oficial -inauguró la primera de las placas que homenajearán a los 16 fallecidos en encierros de San Fermín- y aprovechó para arremeter nuevamente contra el PSN, para el que auguró su «rápida desaparición» en las instituciones y al que desafió a «tener la decencia de decir la verdad». Porque, en su opinión, si los socialistas no apoyaron a EH Bildu en junio fue porque «no querían perder votos» en las generales de julio.

Asiron, por su parte, recuperará el puesto que ya ocupó entre 2015 y 2019. Pondrá en marcha un tripartito con Geroa Bai y Contigo Zurekin -el PSN ha descartado incorporarse y actuará de socio externo- en una fórmula que se mira en el espejo del Gobierno de Navarra, donde son los socialistas quienes ostentan el poder junto a las otras dos formaciones minoritarias y es la izquierda abertzale quien apoya leyes y presupuestos desde fuera. El que será alcalde de nuevo pide que el día de hoy sea «de celebración y no de confrontación» para transmitir así «la mejor de las imágenes de la ciudad».

Lejos de Pamplona, PP y PSOE reprodujeron ayer el cruce de reproches de las últimas dos semanas. Alberto Núñez Feijóo cargó contra la «maniobra indecente» de los socialistas. Un «pacto encapuchado» con EH Bildu que, en su opinión, «rompe otro consenso básico entre demócratas». Desde Ferraz respondió el portavoz en el Senado, Juan Espadas, quien acusó a los populares de generar «un clima irrespirable» y les emplazó a «respetar las instituciones y las reglas del juego tanto cuando nos benefician como cuando no».