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«¿Ha habido una acción concertada de gente que ha querido crispar? Puede ser...». Esta pregunta autocontestada por el presidente del Euzkadi buru batzar, Andoni Ortuzar, ilustra la última tesis incorporada por el PNV a su argumentario para explicar su fuerte retroceso en las elecciones ... del 28-M. El partido insinúa que la alta conflictividad social que ha habido en los últimos meses, con protestas que han colapsado las ciudades, ha podido ser orquestada para desgastarle en las urnas. Pero los sindicatos vascos, que mantienen una fuerte división interna, rechazan un fin partidista en sus movilizaciones y recuerdan que han estado unidos en los grandes conflictos como el de Osakidetza.
Para apuntalar este razonamiento, el lehendakari ha recordado datos como que «Euskadi concentró el año pasado más de la mitad de las huelgas registradas en España» y en este ejercicio, como es tradición, se mantiene a la cabeza en conflictividad. Un liderazgo del que suele presumir el sindicato mayoritario, ELA, que se atribuye el mérito y que apuesta por una clara estrategia de confrontación, con continuas críticas al Gobierno vasco. No obstante, en los últimos tiempos, los dardos de su secretario general, Mitxel Lakuntza, se han centrado más bien en LAB y la izquierda abertzale, con los que mantiene una guerra abierta.
Los datos de huelgas son incontestables y las protestas sociales han podido influir en el votante, pero la tesis de una acción concertada de cariz político hace aguas, según las centrales. En primer lugar apuntan a la unidad de acción en conflictos como el de Osakidetza o a que las movilizaciones en la Ertzaintza, que han colapsado las ciudades, han estado impulsadas por una organización asindical. Por otro, no cabe hablar de un frente común entre ELA y LAB porque, como ya se ha apuntado, sus relaciones atraviesan una grave crisis.
«Es un momento de gran tensión con ELA. Nos acusan de pactar con CC OO y UGT mientras que ellos han acordado con este último sindicato el convenio del Metal de Gipuzkoa sin un día de huelga. Nosotros no demonizamos el pacto con estas centrales por mucho que en España cedan con facilidad», apunta Garbiñe Aranburu, secretaria general de LAB. «Si hay tantas protestas en Euskadi es porque el Gobierno vasco apuesta por políticas que favorecen a la patronal», añade.
«No hay complot. El alto nivel de conflictividad en Euskadi viene de lejos y se da tanto en el sector público, donde se demanda un refuerzo de los servicios públicos, como en el privado, por la negociación colectiva», indica la secretaria general de CC OO en el País Vasco, Loli García. No obstante, sí reconoce que «la apuesta de ELA por la huelga como un fin en sí mismo alarga los conflictos en la comunidad».
En la misma línea, su homólogo en UGT, Raúl Arza, asegura que «no se puede hablar de una acción concertada contra el PNV cuando los sindicatos han estado unidos en Osakidetza o en conflictos como la limpieza de los hospitales». ELA, por su parte, eludió valorar las críticas del PNV.
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