David Guadilla
Miércoles, 26 de junio 2024, 11:07
Siete de cada diez vascos consideran que el nuevo Gobierno vasco de Imanol Pradales debería cambiar «mucho» o «bastante» las políticas desarrolladas en los últimos años. Un «deseo de cambio de rumbo» que certifica el último Deustobarómetro publicado este martes, un estudio que demuestra cómo ... la sanidad se está enquistando como una de las principales preocupaciones de la ciudadanía. De hecho, casi un 48% de los vascos la considera una de sus principales inquietudes mientras todos los indicadores de confianza y valoración se desploman.
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El estudio se llevó a cabo a través de 1.000 entrevistas 'on line' realizadas entre el 5 y el 12 de junio, justo cuando se estaban celebrando las elecciones europeas. Para entonces ya era un hecho que el PNV y el PSE-EE reeditarían su coalición, aunque todavía no se sabía ni el programa de gobierno ni el nombre de los nuevos consejeros. Lo que demuestra el Deustobarómetro es que mejorar la situación de la Sanidad vasca, uno de los principales temas de debate durante las autonómicas de abril, es uno de los retos más evidentes que tiene por delante el Ejecutivo de Pradales si quiere ganarse la confianza de la sociedad.
En estos momentos, cuando a los vascos se les pregunta cuáles son los tres principales problemas que tiene Euskadi, un 47,8% sitúa la sanidad a la cabeza, al mismo nivel que la subida de precios. Hace justo un año esa cifra era del 43% e incluso en invierno bajó algo, pero ahora vuelve a elevarse. Ninguno de sus parámetros va a mejor. Si en el verano de 2023 la nota media que se le otorgaba a la atención sanitaria era del 4,8% –lo que suponía su primer suspenso en años–, ahora es del 4,4. Los servicios públicos más valorados son el transporte público (5,9), la educación en las universidades públicas (5,7) y las carreteras (5,5). Solo obtienen peor nota que la atención médica la administración de Justicia (3,9) y las políticas de vivienda (3,7).
A nivel institucional, los vascos siguen confiando en Osakidetza, pero si ahora logra un 5,2, hace doce meses llegaba al 5,7. La Universidad llega al 5,9 y las pequeñas empresas al 5,8. También sigue generando confianza la Ertzaintza (5,2). En la cola quedan los partidos políticos (2,6), la Iglesia católica (2,2) y la Monarquía (2,0).
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Con este esquema, el reto que afronta el Gobierno de Pradales es notable. Un 49,2 de los consultados cree que se deberían cambiar «bastante» las políticas desarrolladas hasta ahora, un 23,2 «mucho», otro 17,2% «poco» y solo un 1,7% cree que es mejor no tocar nada. Un 8% o no sabe o prefiere no opinar. Y en esas prioridades destaca sobremanera la sanidad: un 61,8% de los vascos la sitúa como una de las dos áreas que necesitan «ser mejoradas con más urgencia». La segunda, a gran distancia es Vivienda (35,2%). Entre las que los vascos consideran que no merecen ningún tipo de prisa están la política lingüística (4,6) y el autogobierno y la renovación del Estatuto (4,2).
La inquietud por los niveles de seguridad también crece. Continúa siendo la tercera preocupación, pero si hace un año le importaba al 21% de los consultados, ahora esa cifra se eleva al 24%.
Es más que probable que uno de los temas que marque la agenda política de los próximos meses sea el autogobierno, pero los vascos no la ven en estos momentos como una cuestión prioritaria. Las preferencias sobre el modelo territorial no sufren cambios: a un 37% le gustaría algo más de autonomía, un 34% considera que está bien como está y los deseos de independencia siguen en mínimos (13%). En esta misma línea, solo un 39% de los consultados considera apropiado un referéndum por «la independencia política de Euskadi». Respecto a ETA, un 62% la considera una organización terrorista, un 20% la define como armada y otro 5,9% como una «banda de criminales».
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A grandes rasgos, se puede decir que la economía preocupa pero no alarma a los vascos. El 22% la sitúa entre sus principales inquietudes, pero un 44% califica como «buena» o «muy buena» la situación económica del País Vasco, el mejor dato desde hace cinco años. Los que tienen la visión contraria –«mala o muy mala»– son el 45%, la cifra más baja también desde 2019. Eso sí, un 45% reconoce que ha disminuido los gastos en ocio, un 33% en electricidad y el 26% en alimentación. En cuanto al empleo, apenas un 11% cree que puede perderlo en los próximos seis meses y la mayoría están satisfechos con sus condiciones de trabajo.
El Deustobarómetro ha aprovechado la celebración de las elecciones europeas para preguntar por la vinculación de los vascos con la UE. El 61% asegura sentirse «identificado» o «muy identificado» con Europa. Más que con España (52%), pero menos que con «el mundo» como concepto general (66%). El mayor arraigo es con el pueblo y la ciudad de cada uno (80%). La mayor virtud que ven los vascos en la UE es su fortaleza económica. Y entre los retos que deberá afrontar en los próximos años está la inflación (42%), la inmigración (40%) y el crecimiento de la ultraderecha (40%)
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