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Antonio Santos | David guadilla
Sábado, 21 de abril 2018, 00:28
La escenografía está lista. Un acto el próximo viernes 4 de mayo con presencia internacional al que seguirá, horas más tarde, el comunicado final de ETA. Un texto escueto, según fuentes conocedoras de los últimos movimientos de la banda. El Foro Social y Bake Bidea ... presentarán el próximo lunes en un hotel de Bayona el acto con el que se quiere despedir la trayectoria de la organización terrorista.
Se trata de una reunión que seguirá un esquema similar al de la que se celebró en octubre de 2011 en el Palacio de Aiete y que sirvió de pista de aterrizaje para que ETA anunciara el «cese definitivo» de su actividad. Participarán «representantes internacionales» –se da por segura la presencia del abogado sudafricano Brian Currin y probablemente también del reverendo norirlandés Harold Good– y están invitados «agentes sociales» –partidos y sindicatos– de Euskadi, Navarra e Iparralde. En principio se ha cursado invitaciones también al Gobierno vasco y al de la comunidad foral, aunque parece complicado que vayan a acudir tanto el lehendakari, Iñigo Urkullu, como la presidenta navarra, Uxue Barkos. Sí se vislumbra la asistencia del alcalde de Bayona y 'lehendakari' del País Vasco francés, Jean René Etchegaray
Este 'Aiete 2' no se celebrará en la principal ciudad de Iparralde sino en una «pequeña localidad» cercana a Bayona, cuyo nombre se desvelará pasado mañana. La idea que manejan los organizadores es que la reunión alumbre una declaración que se conocerá hacia mediodía. Horas más tarde sería ETA la que diera a conocer un comunicado . Todo apunta a que sería ese mismo viernes. En un principio se habría barajado que en el mismo acto con dirigentes extranjeros se leyera el comunicado de la banda. Sin embargo, los mediadores habrían descartado esa posibilidad y recomendado que fueran por separado.
Las fuentes consultadas por este periódico hablan de que la banda emitirá entonces su último comunicado. Un texto que no será largo, de mucha menos extensión que el conocido ayer. Y que no incluirá ninguna referencia más a las víctimas y al daño causado.
No se descarta que el acta de defunción de ETA vaya acompañado de algún vídeo que se pueda distribuir a través de canales internacionales. En 2011, el «cese definitivo» incluyó, además de un texto publicado por 'Gara' y 'Berria' en sus ediciones digitales, un vídeo dado a conocer a través de la BBC. La organización terrorista siempre ha buscado la mayor difusión de lo que considera «movimientos históricos».
Es una de las causas, según fuentes conocedoras de los entresijos del final de ETA, de que hayan situado en el mes de mayo el anuncio de su disolución –todo apunta a que la banda optará por el término «desmovilización»–. Porque a partir de ese mes se sucederán las informaciones relacionadas con Cataluña y a mediados de junio comienza el Mundial de fútbol en Rusia.
El primer paso hacia ese final definitivo de dentro de dos semana lo dio ETA ayer a través de su penúltimo comunicado, en el que reconoce el «daño causado en el transcurso de su trayectoria armada» y admite «la responsabilidad directa que ha adquirido en ese dolor». A pesar de que la organización realiza una autocrítica de sus acciones, en ningún momento las califica de «injustas», las enmarca en un «conflicto histórico» que, a su juicio, se remonta hasta el bombardeo de Gernika y solo pide «perdón» a aquellas víctimas que «no tenían una participación directa en el conflicto».
En su comunicado, titulado 'ETA al pueblo vasco: declaración sobre el daño causado', los terroristas recuerdan a los «muertos, heridos, secuestrados o personas que se han visto obligadas a huir al extranjero». Un sufrimiento «desmedido» que «jamás» debió producirse o que «no debió prolongarse tanto en el tiempo». «Somos conscientes de que en este largo periodo de lucha armada hemos provocado mucho dolor, incluidos muchos daños que no tienen solución», señala la banda en alusión a las cerca de 850 personas asesinadas durante los últimos 50 años. «Queremos mostrar respeto a los muertos, heridos y las víctimas que han causado las acciones de ETA», recalca el texto en su parte más autocrítica.
Sin embargo, la organización hace una distinción clara, ya que solo pide un «perdón» explícito a aquellas personas que, «a consecuencia de errores o decisiones erróneas» se han convertido en víctimas sin tener «una participación directa en el conflicto». «Nuestra actuación ha perjudicado a ciudadanos sin responsabilidad alguna», asume ETA. No aclara quiénes sí tendrían esa supuesta «responsabilidad», aunque en sus comunicados ha situado como potenciales objetivos a lo largo de su historia a miembros de las fuerzas de seguridad, políticos, empresarios, jueces, periodistas... Es decir, la gran mayoría de sus víctimas.
El anuncio de la banda solo fue recibido con satisfacción plena por parte de EH Bildu. Los colectivos de afectados por el terrorismo contestaron con dureza. Una veintena de asociaciones emitieron un comunicado de respuesta en el que sostuvieron que el «perdón» de ETA llega «tarde y es incompleto».
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