Seguridad: la prioridad, solucionar el conflicto de la Ertzaintza

Sin embargo, la primera medida concreta que se menciona en el documento no tiene nada que ver con todo eso. Habla de «diálogo y pacto». Sin decirlo así textualmente, el programa insiste en la necesidad de solucionar el conflicto laboral de la Ertzaintza. Pactar un acuerdo regulador tras años sin suscribir un nuevo convenio, después de los duros enfrentamientos registrados durante el último año entre sindicatos, el departamento que dirigía Josu Erkoreka y el colectivo asindical de Ertzainas en Lucha.

En concreto, se habla de actualizar «las productividades, los índices correctores y el sistema de desarrollo profesional del personal». Los sindicatos, que reclaman la equiparación salarial con las policías locales mejor pagadas, han dado una tregua al Gobierno vasco durante las elecciones y la conformación del nuevo gobierno. Pero advierten de que retomarán las movilizaciones si no se producen pronto avances significativos.

El programa también habla de «reforzar y adecuar los efectivos abordando un Plan de Cobertura de Plazas», lo que viene a decir que se convocarán nuevas promociones para tratar de solucionar los problemas de falta de agentes que sufre la Policía autonómica, que se encuentra bastante por debajo de los 8.000 policías previstos. Se trata de un problema estructural, según las fuentes consultadas, que afecta a numerosas unidades y que obliga a realizar continuos llamamientos a los agentes en días libres.

En este contexto, otro de los compromisos concretos del texto menciona a las unidades de Investigación y de Tráfico, dos de las unidades que sufren más problemas organizativos por escasez de personal y que ya ha obligado a adoptar medidas concretas. Por ejemplo, hacer que una parte importante de las nuevas promociones que salen de Arkaute empiecen a trabajar directamente en estos grupos.

Dentro del plan de modernización de la Ertzaintza, otro de los objetivos vuelve a ser la dotación a los agentes de dispositivos de grabación personales «con el objetivo de otorgarles seguridad jurídica, aportar elementos probatorios a la autoridad judicial ante la comisión de un ilícito penal y garantizar la transparencia de sus actuaciones». Se trata de un proyecto que no es nuevo. En 2020 se inició un plan piloto. Y, de hecho, las patrullas de actuación rápida, los denominados 'bizkor', ya las llevan en sus uniformes. La idea es extender la medida al conjunto de la organización. También en lo que se refiere a medios materiales e infraestructuras se apuesta por «modernizar» la flota de vehículos, renovar los helicópteros (uno nuevo ya ha empezado a ser utilizado) y efectuar mejoras en la comisaría de Durango.

El texto también habla de adaptarse a la «realidad criminológica actual» y apunta la necesidad de reforzar las unidades que luchan contra «delitos emergentes» como la delincuencia organizada. Desarrollar la CyberZaintza (Agencia Vasca de Ciberseguridad) para combatir las vulneraciones informáticas de la ley, que no dejen de crecer año tras año. Y crear unidades «especializadas en investigación de fraudes, estafas, amenazas digitales y extorsiones».

El nuevo equipo de gobierno se compromete a «desarrollar un sistema de seguridad con perspectiva de género». En este sentido, dice que se «adecuará» el sistema de valoración para adaptarla a las «nuevas valoraciones de riesgo» de la violencia machista después de las disfunciones que se han producido con otros cuerpos policiales. También se pretende seguir avanzando en la «incorporación y en la promoción interna de la mujer en la Ertzaintza». Y se afirma que se quiere «implementar un Sistema de Coordinación Policial de Euskadi que permita compartir información en tiempo real» entre los distintos cuerpos.