El secesionismo arropa a sus políticos presos

Esquerra convocó a los independentistas frente al penal barcelonés, coincidiendo con el primer aniversario del encarcelamiento de Oriol Junqueras y Quim Forn. Fue un acto de partido, pero contó con representantes de todas las familias secesionistas: la CUP, JxCat, la ANC y Ómnium e incluso la dirigente de los comunes Elisenda Alamany. El independentismo no pasa por su mejor momento, ya que está desorientado y sin una estrategia unitaria. Pero este jueves cerró filas con los presos y lo hará en adelante, casi el único motivo que en estos momentos consigue unir al movimiento soberanista.

El acto en Lledoners tendrá este viernes su continuidad. En este caso la organización corre a cargo de todos los actores del secesionismo, que darán respuesta a las acusaciones. Para el independentismo, que el Ministerio Público haya elegido esta fecha para presentar el escrito de acusación, justo cuando se cumple el año del ingreso en prisión de los dirigentes secesionistas, no es más que una voluntad de venganza. El de este jueves fue sobre todo una concentración de homenaje a los líderes soberanistas. «Si pensaban que encarcelándonos recularíamos es que no nos conocen», señaló Junqueras en una carta que leyeron sus familiares.

Según el líder de ERC, «nuestra prisión será su peor decisión, porque será su derrota». «Ya saben que estamos dispuestos a todo» para alcanzar la independencia, advirtió. «Nos quieren imponer penas muy severas. Nos quieren humillar, pero seguiremos, les hemos perdido el miedo», remató. Reconoció que el proceso secesionista no será corto ni fácil, pero avisó que es «irreversible». La voz de Junqueras se pudo escuchar a través de la misiva leída por sus familiares y también en un momento del acto, en que el conductor del mismo pidió un silencio sepulcral al público, para lanzar un «bona tarda» desde el escenario, que fue respondido por alguien, se supone que Junqueras, desde el interior del penal. Fue el momento emotivo del mitin, en el que el vicepresidente del Gobierno catalán, Pere Aragonès, lanzó un aviso al Gobierno. «No nos valen ni penas rebajadas ni otros delitos. Solo nos vale la libertad, la absolución y la autodeterminación», afirmó.

El secesionismo le dejó claro a Pedro Sánchez que aunque la Abogacía del Estado no coincida en la acusación con la Fiscalía, ya puede dar por descontado que ni ERC ni el PDeCAT saldrán en su ayuda para validar las Cuentas. Aragonès, que pasa por ser el dirigente soberanista más moderado, advirtió además al Gobierno central de que el independentismo «no dará ni un paso atrás» en su objetivo. «Solo daremos pasos adelante hacia la república», señaló. El presidente de la Cámara catalana, Roger Torrent, también aprovechó su discurso para dar un toque de atención al Ejecutivo central y advertirle de que los independentistas no aceptan indultos. «Queremos la absolución, queremos la libertad, no tienen que pedir perdón por nada, porque votar no es delito», aseguró.

Sánchez evitó el miércoles en el Congreso negar que vaya a haber indultos si al final hay condenas tras el juicio, pero la posición de los independentistas es que no hay indulto que valga, pues a su entender no han cometido ningún delito. «Nunca pediremos perdón por ser independentistas», dijo Junqueras.