

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Miles de personas se sumaron este sábado a la marcha convocada por Sare en Bilbao en favor de los presos de ETA pese al fin de la dispersión, una política que ha tocado a su fin ya que apenas una quincena de reclusos están fuera de las cárceles vascas y navarras, sin contar la docena que cumple condena en Francia. Los organizadores celebraron «el fin de la política de alejamiento», pero denunciaron los «bloqueos y retrocesos en los terceros grados».
Los convocantes modificaron el formato de una protesta que se celebraba anualmente enarbolando la petición de que todos los presos de ETA estuvieran internados en cárceles vascas y navarras. Tras los últimos acercamientos aprobados por Instituciones Penitenciarias a mediados de diciembre, apenas quedan dos internos de ETA en Daroca, La Moraleja y otros tantos en Logroño, y uno en El Dueso, Madrid, Estremera y Soria. A estos habría que añadir otra media docena que están fuera del colectivo oficial. Los traslados se aceleraron a partir de la primavera de 2022 en el contexto de la buena sintonía entre el Gobierno central y EH Bildu. En la izquierda abertzale confían que los últimos acercamientos a Euskadi sean cuestión de semanas.
El fin de la dispersión ha forzado a Sare a desprenderse de la bandera que representaba esa petición y han cambiado el mapa de Euskal Herria rodeado por flechas por la palabra 'Etxera' con las mismas flechas. Es el logo que este sábado se repartió en las pegatinas para los asistentes. Y es la misma idea que inspiró una lona de 30 metros que fue transportada, de mano en mano, por los concentrados, desde La Casilla hasta Zabalburu. Desde allí partió la manifestación como tal, que desembocó finalmente en el Ayuntamiento de la capital vizcaína. Se vieron ikurriñas, banderas de navarra y se escucharon gritos a favor de los presos. También hubo voces reclamando la amnistía.
En las primeras filas, el portavoz de Sare, Joseba Azkarraga; el líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi; el de Sortu, Arkaitz Rodríguez; así como numerosos cargos públicos de la coalición como Oskar Matute y Jasone Aguirre. El cantante Fermín Muguruza sostuvo la pancarta y cantaron bertsos Maialen Lujanbio y Amets Arzalluz. La cita tenía el respaldo de los sindicatos ELA y LAB, mientras que CC OO se desmarcó al entender que no está justificada una vez que la política de dispersión ha terminado.
El PNV, que ya se desvinculó de la cita el año pasado, no secundó la manifestación pero acudió al acto celebrado por la mañana en el Palacio Euskalduna. Su parlamentaria Irune Berasaluze pidió «la derogación de la legislación excepcional que se aplica a los presos de ETA», aunque insistió en que su partido no respaldaba la manifestación que se celebraría horas después. La representante jeltzale valoró las posibilidades que hay abiertas para la reinserción «desde que el Gobierno vasco asumió la competencia, no hay más que ver cuántos terceros grados se han aprobado».
Sí acudieron a la marcha, como en ediciones anteriores, algunos políticos catalanes de la órbita independentista, como la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, el exdiputado de ERC Joan Tardá y miembros de Junts per Catalunya. Todos mostraron su adhesión a las peticiones de Sare. Se dejaron ver abogados de la izquierda abertzale como Iñigo Iruin y Jone Goirizelaia, también concejala en Bilbao.
«Esto es la expresión de la voluntad de una parte importante de la sociedad vasca, que reclama el fin de la vulneración de derechos a los presos. Salimos de una larga etapa complicada que hemos ganado después de 34 años. Nos ha costado, pero hemos ganado entre todos. Por fin, las políticas de alejamiento han tocado su fin pero nos queda un largo camino para traerlos a casa», valoró Azkarraga. Recordó los nombres de algunos fallecidos en accidente de tráfico en desplazamientos a cárceles y, luego, miró al futuro.
«Viene otra etapa larga, posiblemente, que es acercarles a casa con la legislación ordinaria. Y será posible cuando los jueces y los fiscales dejen de retorcer las leyes y se ajusten al momento que estamos viviendo». Según calculó, «el 64% de los presos vascos, 110, estarían en tercer grado con la ley ordinaria». También insistió en que «no pedimos privilegios pero sí que no haya bloqueos porque vemos retrocesos» en alusión a «los continuos recursos de la Fiscalía a los terceros grados».
Azkarraga, que leyó el comunicado en castellano mientras que Anaitz Funosas, de Bake Bidea, se encargó de la misma versión en euskera, declaró que «mientras no busquemos una solución al problema de las víctimas, y mientras no busquemos una solución a la situación de los presos, no podremos hablar de convivencia».
La manifestación que recorrió las calles de Bilbao estuvo precedida por la mañana de una mesa redonda en la que tomaron parte víctimas de ETA y familiares de presos de la banda que denuncian malos tratos por parte de la Policía o que han sufrido accidentes al desplazarse a las cárceles del resto de España o Francia. Entre ellas, Rosa Rodero, viuda del ertzaina Joseba Goikoetxea, y Rosa Lluch, hija del exministro socialista Ernest Lluch, ambos asesinados por ETA. Las dos lanzaron mensajes muy similares. Consideraron «obsceno» que se utilice el dolor de las víctimas y apostaron por informar a los jóvenes sobre lo acontecido en Euskadi para que no se vuelva a repetir.
Durante su intervención, Lluch sostuvo que no se puede hacer ver «que nada ha pasado» ya que «ha habido unas «violencias muy duras en un territorio relativamente pequeño» y es necesario «reconstruir puentes».
Por su parte, Rosa Rodero advirtió que no se pueden pasar las paginas de la historia sin leerlas y subrayó que la juventud vasca «no tiene conocimiento de la historia», aunque sí son receptivos si se les cuenta lo acontecido en las últimas décadas. Asimismo, destacó la reacción de la sociedad, pero apostó por seguir informando a los jóvenes «para no volver a repetir» lo sucedido. «Si las cosas se olvidan se vuelven a repetir», aseguró.
Lo hicieron en una mesa redonda convocada por la red ciudadana Sare bajo el título 'Avanzando hacia la convivencia' que fue la antesala de la manifestación de la tarde. En la misma,participó también Mari Nieves Díaz, madre de la presa de ETA Iratxe Sorzabal, quien relató «las torturas y abusos que sufrió y la imposibilidad de hablar de ellas entre una madre y una hija».
También tomó la palabra Tamara Muruetagoiena, hija de Esteban Muruetagoiena, que falleció tres días después de salir de la comisaría de la Guardia Civil dónde había permanecido 10 días incomunicado, e Irantzu Benito, quien en una visita a un preso de ETA sufrió un accidente de tráfico en el que fallecieron su pareja y otro familiar.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Pastillas, cadáveres en habitaciones distintas... la extraña muerte de Gene Hackman y su mujer
Oskar Belategui | Mercedes Gallego
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.