Sánchez no sacrificará a Podemos a cambio de pactos nacionales

En su comparecencia en La Moncloa tras el Consejo de Ministros del que emanó el plan de desescalada, Pedro Sánchez subrayó que la magnitud de lo sucedido obliga a trascender las siglas y a que todas las instituciones -Gobierno, comunidades autónomas y ayuntamientos- remen en la misma dirección con independencia de qué formación política sea la responsable de la gestión. «Si pedimos una Europa unida, ¿por qué no es posible tenerlo también en España?», lanzó.

El pacto nacional para reflotar el país se ha convertido en uno de los ejes centrales del Ejecutivo en las últimas semanas. Sánchez propuso inicialmente la constitución de una mesa de partidos, pero aceptó posteriormente reconvertirla en una comisión en el Congreso para asegurarse la presencia del PP, cuyo concurso resulta determinante para sacar adelante cualquier iniciativa de alcance nacional.

Sin embargo, el arranque del foro ha sido muy accidentado y las posibilidades de consenso parecen lejanas. Algunas fuerzas políticas consideran que uno de los principales escollos para la búsqueda de acuerdos es la presencia de Podemos en el Gobierno y, en especial, de su secretario general, Pablo Iglesias. Sánchez dejó ayer claro en este sentido que no aceptará propuestas para alcanzar pactos si quien las hace pide como contrapartida la salida de los morados del Gabinete.

El presidente puso como ejemplo de «mano tendida» el de los barones del PSOE que no tienen responsabilidades de gobierno en sus comunidades autónomas y que han mostrado su disponibilidad a llegar a un pacto con los partidos que gestionan los ejecutivos regionales para ir de la mano en la reconstrucción. «Y no han pedido que tal partido o tal coalición se rompa para hacerlo», añadió.